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SAN JUAN BAUTISTA, Misiones (Rafael Marcial Montiel, corresponsal).Monseñor Medina recibió la noticia en plena asamblea diocesana que tuvo lugar en el Centro Monseñor Ramón Pastor Bogarín, situado a unos 10 kilómetros del radio urbano de esta capital departamental.
Durante una entrevista expresó su deseo de “buena labor pastoral” al nuevo obispo de la diócesis que comprende los departamento de Misiones y Ñeembucú.
“Deseamos buena labor en su desempeño, con el acompañamiento de los agentes pastorales”, expresó Medina, quien queda ahora como administrador apostólico hasta el 26 de marzo, fecha en que asumirá monseñor Pedro Collar Noguera.
Añadió que el nuncio apostólico, monseñor Eliseo Antonio Ariotti, le llamó y le comunicó que había novedad de cambio, expresó Medina tras la lectura del comunicado de prensa a cargo del secretario de la Nunciatura, monseñor Pavol Talapka. Mencionó que estuvo al frente de la diócesis de San Juan Bautista de las Misiones durante 20 años, desde 1997.
Medina agradeció a los fieles, sacerdotes y agentes pastorales que le acompañaron. “Seguiré trabajando en la Iglesia, pero desde otro ámbito como obispo emérito, en la promoción de la persona humana y cristiana”, indicó.
“Uno siente, yo quiero mucho a San Juan Bautista, porque aquí me formé como seminarista, estuve con monseñor Bogarín, luego como sacerdote”, dijo.
El ahora administrador diocesano fue ordenado sacerdote en Roma, en el año 1970, luego fue ordenado obispo de Benjamín Aceval, en agosto de 1980. Por decisión del Vaticano, retornó como obispo de Misiones y Ñeembucú, en el año 1997. Renunció a la titularidad el 22 de octubre de 2014, al cumplir 75 años de edad, según establece el Derecho Canónico. El jueves el papa Francisco designó a Mons. Pedro Collar Noguera como su sucesor y una vez que tome posesión Medina será obispo emérito.
Durante la dictadura
Mons. Medina fue un gran defensor de los derechos humanos durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954- 1989). Sus denuncias de los atropellos que cometía el régimen, que cercenaba las libertades públicas, torturaba y hacía desaparecer a compatriotas le valieron el mote “obispo rojo, comunista, el tenebroso MMM” y otros apelativos.