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SAN LORENZO (Antonia Delvalle C., corresponsal). La actividad contó con la participación de profesionales médicos, residentes, personal de enfermería, psicología, trabajo social y otros que trabajan de cerca con personas enfermas.
Fue en uno de los auditorios del quinto piso del Hospital de Clínicas, de la Facultad de Ciencias Médicas, este viernes último.
El jefe de la Cátedra de Psiquiatría, Prof. Andrés Arce, dijo que a nivel mundial las cifras estadísticas respecto a depresión y riesgo suicida dan cuenta de una prevalencia de 5,8% para hombres y 9,5% para mujeres, entre médicos residentes. En tanto, informó que una investigación del Dr. Arnaldo Alfonzo sobre la situación en médicos residentes de Clínicas arrojó que de 143 profesionales, el 17% tenía cuadros depresivos, el 2% moderado y 13% leve.
Realizaron el conversatorio basados en dicha situación. Así mismo teniendo en cuenta que hay casos de familiares de pacientes que toman la drástica determinación de acabar con su vida, al no soportar recibir una mala noticia con respecto al estado de salud de su allegado.
El taller se centró en cómo comunicar las malas noticias a los pacientes y a sus familiares. Previamente se había realizado una encuesta a los médicos acerca de qué no les gustaría comunicar y por qué.
Las respuestas más representativas obtenidas fueron: “Muerte cercana de un familiar, porque significa fracaso en el acto médico”, “Dar noticias de enfermedad de mal pronóstico a un paciente joven, por todo lo que conlleva la noticia para el paciente”, “Que la cirugía no resultó como se esperaba, porque siento que decepcioné como médico tratante”.
Las enfermedades graves que afectan a niños tienen doble carga, ya que primero deben enfrentar a los padres y luego entenderse con los niños. Al respecto algunos médicos respondieron así a la encuesta “Cómo decirle a un niño que tiene que permanecer mucho tiempo internado”, “Informar el fallecimiento de su bebé o feto”.
Otros respondieron que están en aprietos cuando deben “Decir al familiar que el paciente tiene mal pronóstico, que probablemente muera”, “Comunicar a una familia de escasos recursos que su familiar requerirá un tratamiento costoso”. También cuesta “Informarles que ya no contamos con recursos terapéuticos para tratar al paciente”, “Informar que el familiar tendrá una diferente calidad de vida ya sea por una enfermedad crónica o discapacitante”, entre otros.
El psiquiatra dijo que los médicos deben ser capaces de minimizar ese impacto en el paciente o familiar. Detalló la importancia de que el médico esté absolutamente seguro de lo que va a decir, que comunique la verdad y es importante la forma en que lo hace. El profesional cree de vital importancia que el doctor desarrolle su capacidad de empatía, es decir, ponerse en lugar del paciente, de tal suerte que la noticia no tenga un impacto devastador, manteniendo cierta esperanza.
Salud mental de médicos
Además de esa interpelación constante al que está sometido y el mal manejo de la frustración que muchas veces lleva a la depresión, manifestó que otro de los factores que atentan contra el médico residente es que conlleva una gran dedicación de tiempo, en desmedro de la propia salud. Destacó que se analizó y expresó la preocupación dentro de la Facultad de Medicina, porque la malla curricular era muy alta en cuanto a las horas presenciales, y que actualmente está reducida.
Sin embargo, los residentes siguen realizando guardias de 12 y otros hasta 24 horas, que sumado al estrés laboral puede desembocar en depresión. Dijo que todo ser humano debe trabajar 8 horas, descansar igual cantidad de tiempo, así como recrearse también ocho horas.
No obstante, la depresión se puede prevenir y tratar. Una mejor comprensión de qué es la patología y de cómo puede prevenirse y tratarse contribuirá a reducir la estigmatización asociada a la enfermedad y conllevará un aumento del número de personas que piden tratarse.
Un punto que incide negativamente es que en el país nunca se ha dado importancia a lo que tiene que ver con la salud mental, recién con los casos que van en aumento se considera el tema. Detalló que hay un déficit con respecto a lo que plantea la Organización Mundial de la Salud en cuanto a cantidad de psiquiatras y psicólogos clínicos, y más aún en salud mental infantojuvenil, que constituye las dos terceras partes de la población y no llegan a 50 los profesionales.
En nuestro país hay 100 psiquiatras activos para más de 6 millones de habitantes. De acuerdo al planteamiento mundial, dijo que debe haber por lo menos 1.000 en nuestro país.
El Día Mundial de la Salud se celebra el 7 de abril de cada año para conmemorar el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud. El tema de la campaña para el año en curso fue la depresión.