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En el 2011, el entonces ministro de Educación y actual diputado Víctor Ríos (PLRA) adquirió 552 motos por G. 2.489.999.688 (alrededor de 550.000 dólares americanos). Los biciclos de la marca Radam fueron adquiridas a la Metalúrgica Fernández SACI, cuyo presidente es Ángel Fernández, pero el pago nunca se efectuó. “No detectamos daño patrimonial porque el pago de las motos, aparentemente nunca se realizó. Intentaremos devolver las motos”, sostuvo la ministra de Educación, Marta Lafuente, en conferencia de prensa.
De los 552 biciclos adquiridos, 504 fueron distribuidos a distintas supervisiones departamentales del país, mientras que otros 10 fueron entregados a la Policía Nacional y cinco a instituciones educativas. Las restantes 33 motocicletas están en el depósito del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) ubicado en Itá Enramada.
Una irregularidad detectada por la administración es que no existió autorización del Equipo Económico Nacional (EEN) para la compra del equipo, requisito de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) para poder expedir el correspondiente código de contratación, necesario para autorizar la adjudicación, según un informe de la Asesoría Jurídica del MEC.
Por su parte, Ríos negó que esto fuera posible, asegurando que el que llegó a esa conclusión debe ser un “analfabeto”. “(La administración actual) se pasa denunciando supuestos hechos irregulares para levantar una gran cortina de humo, para tapar su ineficiencia”, agregó.
Objetivo
El objetivo de la compra de motos era mejorar la gestión de las supervisiones departamentales permitiendo un trabajo más cercano con las escuelas, ya que hay supervisiones con alrededor de cien instituciones a su cargo, y entre las oficinas y las escuelas pueden llegar a mediar hasta cien kilómetros de distancia, explicó el legislador.
“Los supervisores y coordinadores hablaron de la necesidad de tener camionetas, pero el presupuesto no alcanzaba para más (que las motos)”, acotó.
Sin embargo, muchos supervisores no utilizaron los biciclos por temor. Otras unidades se descompusieron y fueron devueltas, ya que eran de baja calidad, y actualmente se encuentran abandonadas en varias oficinas de la supervisión del MEC, aseguró Lafuente.