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Un claro ejemplo es que ayer en el turno de la mañana debían estar presentes 82 funcionarios, pero solo acudieron 50, entre los que atienden agendamiento y reposos. Es decir, en un solo turno estaban ausentes 32 operadores.
Soria comentó que el servicio cuenta con 202 funcionarios y opera las 24 horas, excepto los domingos, cuando trabaja a partir de las 18. “En un día tenemos entre 7.000 a 10.000 llamadas de todo el país, pero nuestra capacidad es solamente de 115 bocas. Cuando todas están ocupadas, la llamada número 116 ya entra en espera”, expresó.
Indicó que ellos no ocultan nada y aseguró que se necesita más personal, pues él es el único jefe y tiene que manejar todos los problemas.
Explicó que si bien son 202 funcionarios, en el turno de la mañana por ejemplo trabajan solo 50 o a veces menos, porque algunos están de vacaciones o tienen reposo médico. En el horario de la siesta se inicia la crisis, pues es el momento en que sale un grupo e ingresa el turno de la tarde.
Soria dijo que no está de acuerdo con la intención de privatizar el servicio, y señaló que el problema es que faltan médicos especialistas. “Estamos seguros de que si se hace una reestructuración se va a poder mejorar”, apuntó y agregó que aún no fue llamado por las autoridades del ente para buscar una estrategia de mejoramiento.
Lo cierto es que a diario se escuchan reclamos de asegurados que no consiguen cita con el médico especialista, a lo que se suma que en algunos casos son los mismos médicos quienes bloquean al call center la habilitación de turnos, cuando agendan atenciones por cuenta propia, mediante la ventanilla en el Hospital Central o clínicas periféricas.
El servicio fue calificado por el presidente del ente como obsoleto y precisa un urgente replanteamiento para mejorar la pésima atención que hasta ahora ofrece a los asegurados del IPS.