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Los nativos llegaron el lunes en horas de la noche y reclaman víveres y chapas. Son de la parcialidad Mbya Guaraní y el grupo está integrado por varios niños. “Pedimos ayuda al Indi (Instituto Paraguayo del Indígena) y dijeron que nos iban a dar los víveres, pero no chapas. Hoy (por ayer) queríamos marchar hasta el local del instituto, pero por la lluvia suspendimos. También vamos a marchar hasta la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) para ver si ahí tenemos respuesta a las chapas”, comentó Richart Vargas, líder de los nativos.
Agregó que no tienen la cantidad de carpas necesarias para guarecerse de la lluvia, ni tampoco tienen el alimento suficiente, aunque pese a ello quedarán hasta lograr todos sus pedidos.
Un equipo de este diario observó que los nativos instalados en la mencionada plaza realizaron conexiones clandestinas para conseguir corriente eléctrica. La instalación es tan precaria que podría ocurrir algún accidente por electrocución, más ahora con las lluvias.
Estas inseguras conexiones, desde una de las columnas que están en la plaza, son usadas principalmente para la carga de aparatos celulares. Los ocupantes tampoco cuentan con baños y los olores en algunos sectores son insoportables.