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Una comitiva conjunta de la Municipalidad de Asunción y la Essap inició una intervención ayer en el arroyo Mburicaomí, que presenta un estado deplorable por culpa de la basura acumulada y el mal olor que despide el agua contaminada con desechos cloacales.
Esta situación empeoró en los últimos tiempos ya que, desde hace 40 años, miles de litros de aguas residuales son vertidas al cauce del arroyo, que corre en forma paralela a la avenida Mariscal López, entre las avenidas San Martín y España.
El jefe de la unidad de Mantenimiento de Redes Cloacales de la Essap, Néstor Roa, dijo que la aguatera estatal reemplazará el tubo de barro, de 50 centímetros, que pasa por debajo del Mburicaomí, por otro de 60 centímetros, de hierro fundido.
Dijo que la cañería pasa a lo largo del arroyo, entre las calles Gómez de Castro y Bulnes, del barrio Villa Morra de Asunción.
Luego de las obras, según Roa, el arroyo dejará de ser usado como aliviadero y es allí donde el Municipio deberá exigir a los frentistas que se conecten a la red cloacal, de manera que dejen de verter sus aguas al cauce. En total, la Essap reemplazará unos 10.000 metros de cañería subterránea, contemplando la ubicada bajo el Mburicaomí.
Las obras, según el cronograma de la Essap, estarían culminando entre los meses de junio y julio y tienen un costo aproximado de US$ 3.000.000.
Desde hace tiempo
“Desde tiempos inmemoriales” existe este problema, dijo el director de Gestión Ambiental de la Municipalidad, Hugo Piccinini. Expresó que luego de que los trabajos culminen, los vecinos ya podrán conectarse a la red cloacal.
Ayer, los fiscalizadores de la Comuna iniciaron un recorrido por el arroyo de manera a identificar y notificar a los frentistas que arrojan desechos al arroyo.
En caso de que el problema persista luego de 15 días después de ser notificados, los antecedentes serán remitidos al Juzgado de Faltas de la Municipalidad o a la propia Fiscalía del Ambiente.