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Este programa parte del convencimiento de que la electricidad es un factor fundamental para garantizar las condiciones básicas de la enseñanza y para hacer posible el uso de las tecnologías de la información y de la comunicación. La energía eléctrica para las escuelas se genera a través de la instalación de módulos fotovoltaicos (paneles solares). Docentes y agentes responsables de la comunidad educativa reciben capacitación en el uso y mantenimiento básico del módulo fotovoltaico y los equipos informáticos y de alfabetización digital.
En Paraguay el programa es impulsado por la OEI, en convenio con el Ministerio de Educación, con apoyo de la embajada de Taiwán. La empresa Tigo dona la conectividad por dos años y la organización civil “Juntos por la educación”, los kits de libros escolares.
En Paraguay, las escuelas que no cuentan con energía eléctrica son en su mayoría de comunidades indígenas de zonas rurales aisladas. Son alrededor de 160 instituciones.