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El Mercado Central de Abasto quedó sin áreas de uso público porque la administración y funcionarios que estarían realizando una recaudación paralela “lotearon” todos los espacios libres del predio, sean jardines, plazoletas o estacionamientos.
Este problema ambiental ya había sido señalado anteriormente por la Contraloría General de la República que a la vez había dictado una serie de recomendaciones para el populoso centro comercial.
Según la Contraloría, tampoco se establecieron metas y objetivos que hayan estado reflejados en la elaboración de un plan operativo anual ni de su presupuesto. Siquiera hubo criterios de asignación de recursos presupuestarios con base en la priorización e identificación o detección de necesidades.
La Municipalidad había prometido el mejoramiento y mantenimiento de los bloques, además de la implementación de un sistema integrado de tesorería, presupuesto y contabilidad. También se iba a fortalecer el sistema de control interno del Abasto. Siete años después de aquella auditoría, siguen los mismos vicios y reina el caos.
Lejos de transparentarse las finanzas, varias denuncias de funcionarios apuntan a la concejala Fabiana Benegas de Sánchez (ANR), miembro de la seccional 24, del barrio San Pablo, como una de las encargadas de manejar a discreción las operaciones en el centro comercial, donde ha hecho ingresar a varios funcionarios.
Los locatarios denuncian que deben abonar G. 1.000.000 para alquilar un puesto precario para vender sus mercaderías, un dinero que va directamente a los funcionarios del Abasto y no a las arcas municipales.
Toda esta situación es bien conocida por Iván Alfredo Arévalo Rodríguez, quien además de ser director del Mercado de Abasto es presidente de la seccional 16 de Capital. De hecho, las denuncias señalan que el Abasto se maneja como una seccional colorada.
Los clientes, que finalmente son los más afectados, están obligados a recorrer los pasillos de un centro comercial desordenado, sucio y poco amigable.
Podrían intervenir
A raíz de las denuncias, el intendente de Asunción, Omar Pico, dijo ayer que analizan una intervención en el Abasto que será llevada a cabo con la contraloría interna de la Comuna.
Señaló que no tiene individualizados a los funcionarios que cobran por el usufructo de espacios fuera de lugar y que hablará con el director, Iván Arévalo.
Pico reconoció que mejorando la infraestructura del lugar se podrá combatir la corrupción. El desorden del centro comercial es propicio para el negociado de alquiler y venta de locales: “Realmente la tarea es muy difícil. Existen grandes desórdenes en los mercados (Abasto y 4). De la administración, los permisionarios, ahí hay gente que se dedica a cosas lícitas e ilícitas, lo que hace que sea muy complicada la gestión de esos lugares”.