Los creyentes oraron por sus seres queridos

Cumpliendo con la tradición, los creyentes católicos oraron ayer por la salvación de sus seres queridos en los cementerios de todo el país. La lluvia que se abatió sobre la capital impidió a muchos llegar por la mañana a los camposantos, pero una vez que amainó, pasado el mediodía, la gente acudió a visitar a sus seres queridos fallecidos. Orar por los muertos es una costumbre en el cristianismo, porque de esa manera se implora la salvación de los difuntos que están en el purgatorio.

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En el Cementerio del Este, la familia Núñez desafió la inclemencia del tiempo, y mientras aún lloviznaba, varios de sus miembros estaban en pleno trabajo de limpieza del panteón donde descansa desde hace seis meses Juliana de Núñez, quien trajo al mundo 15 hijos, de los cuales cuatro ya fallecieron. Norma Núñez calificó a su madre como “mujer ejemplar” que supo criar a sus hijos y otros que también crecieron bajo su protección. La hija cree que su finada madre ya está en el cielo porque hizo muchas obras de caridad, siendo miembro de la Legión de María.

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