Los capuchinos invitan a orar siete días para cambiar

Los hermanos capuchinos de la capilla San Leopoldo Mandic (calle El Trabajador 390 casi Av. Perón, teléfono 310-581) invitan a participar desde hoy del “Cerco de Jericó”, que son siete días de oración personal y comunitaria para que se caigan las murallas de los vicios, del odio y rencor, de maldiciones y desventuras, de tristezas y pecados.

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Las oraciones propias del evento empezarán a las 19:00 todos los días hasta el 2 de octubre.

El hermano Mariosvaldo Florentino explicó que serán siete días para pedir alguna gracia muy especial como por ejemplo: la liberación de algún mal, la sanación de alguna enfermedad grave, la conversión de algún ser querido, la concreción de algún proyecto.

Origen histórico

Jericó fue la primera ciudad que tenían que conquistar los hebreos para entrar en la tierra prometida. Parecía ser una barrera invencible: la ciudad estaba muy bien amurallada. Pero Dios mandó cercar Jericó y por 7 días marchar una vez al día alrededor de su muralla, en séptimo día deberían marchar 7 veces y sonar las trompetas con aclamaciones, que las murallas caerían. Y así sucedió (Cf. Jos 6, 1-27).

Durante el Cerco, cada día debe estar marcado por alguna penitencia que sea algo que verdaderamente cueste y que, día a día, es ofrecido al Señor en la misa. Debe estar marcado por alguna obra de caridad. Y lo principal, tienen que ser días de intensa oración.

Este evento motivó un grupo de fieles polacos que en 1979 ante las barreras negativas del gobierno comunista para la visita del papa Juan Pablo II a su propio país, decidieran orar el santo rosario continuado por siete días delante del Santísimo Sacramento. Y de hecho, la visita fue finalmente autorizada. El Cerco de Jericó exige esfuerzo, renuncias y perseverancia.

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