Los adoquines del Palacio

El 15 de agosto de 1928 se inauguró el adoquinado con granito europeo de la calle El Paraguayo Independiente, frente al Palacio de López, para la asunción del presidente José P. Guggiari. Un patrimonio histórico que fue retirado y cubierto en parte en 1989 por el intendente José Luis Alder, quien prometió colocar las piedras en una plaza. Hoy nadie sabe dónde están.

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Varias leyendas urbanas se tejieron en torno a los adoquines de granito que acentuaban los aires europeos del Palacio de Gobierno.

Según referencias rescatadas del Archivo de ABC Color, en 1928 el gobierno de Eligio Ayala las compró y las colocó sobre El Paraguayo Independiente para la asunción, el 15 de agosto de ese año, de José P. Guggiari.

Las piedras utilizadas para esta pavimentación –extendida en los centros históricos de las capitales de Europa– habían llegado como lastres en los barcos que venían vacíos de Suecia para llevar mercaderías. Otros datos refieren que provenían de Francia, aunque tal vez esta versión tenga que ver con que casi todas las calles de París tienen este adoquinado y de ahí que están asociadas con la capital francesa.

A lo largo de décadas estos adoquines vieron pasar los desfiles en homenaje a Asunción y las fiestas patrias. Incluso, en 1974 la empresa Granito Bia propuso la utilización de granito para gran parte de las calles de la capital por ser un material más barato, duradero y seguro. Argumentaba que tenía una duración ilimitada que soportaba las peores condiciones de transporte y carga, lo cual estaba probado por la presencia del Puerto y el paso del tranvía por El Paraguayo Independiente.

También destacaban que la calidad de rodadura mejoraba con el tráfico y los años, puesto que se iban puliendo cada vez más. Otra ventaja tenía que ver con la facilidad de reparación de la calzada, pues las piezas se podían levantar y vueltas a ser colocadas sin tener que reemplazarlas por nuevo material, como ocurre con la mayoría de los demás empedrados y asfaltados al deteriorarse.

En esa misma época en varios puntos de la ciudad estaban siendo utilizados los bloques de granito: en el acceso al Instituto de Previsión Social (IPS), entrada a la Exposición Ganadera del Jardín Botánico, patio del Instituto Geográfico Militar en Campo Grande y en la playa de una Estación de Servicios de Presidente Franco y Alberdi.

Nada de esto importó al intendente José Luis Alder, quien el 15 de mayo de 1989, en homenaje a la Patria, dispuso el retiro de los adoquines que fueron depositados en la Planta Asfáltica de la Comuna, según anunció “para su utilización en una plaza que iba a ser construida en terrenos a ser comprados frente del Palacio”, donde está la Manzana de la Rivera, que afortunadamente no se llegó a demoler, como lo ideaban entonces. Se los reemplazó con un pésimo asfaltado.

Otra leyenda urbana dice que el pedido del retiro de los adoquines fue hecho por el Gral. Lino Oviedo porque los caballos resbalaban sobre ellos durante los desfiles.

También se dijo que el material fue enterrado, al más puro estilo “plata yvyguy”, en el predio de la usina asfáltica donde formaba un montículo y ocupaba espacio. Esta versión fue desmentida por varios exdirectores de la Planta Asfáltica, quienes aseguran que el material fue robado y rapiñado no hace mucho tiempo, pues fue desapareciendo del lugar, quizás a pedido de hasta algunas autoridades comunales que conocían su valor.

Ciudadanía criticó en vano retiro del “tesoro colonial”

Varios ciudadanos criticaron el retiro de los adoquines en su momento, pues lo consideraban un tesoro colonial que debía ser preservado.

El intendente Alder había salido al paso de los cuestionamientos aclarando que el adoquinado “no se cubrió con asfalto”, sino fue retirado y llevado a la Planta Asfáltica para su reutilización “como ornamentos en una plaza”. Sobre el daño al patrimonio dijo que “el progreso exige cambios” y que era una “cuestión de puntos de vista” (ABC Color del 17 de mayo de 1989).

El Arq. Gustavo Glavinich, exdirector de Obras del Ministerio de Obras Públicas durante la última restauración del Palacio de López para el Bicentenario en el 2011, comentó que quisieron recuperar los históricos adoquines para reponerlos frente a la sede de gobierno. Sin embargo, no los hallaron en la Planta Asfáltica. Cuando el Arq. Stefano Milazzo hizo las prospecciones con termo-cámara en el edificio del Palacio de López, extendió su área de estudio y se encontró con el resultado que todavía están los adoquines en varias partes.

pgomez@abc.com.py

Fotos: Archivo ABC Color

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