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Los choferes se mantienen en su postura de que la línea debe readmitir a cuatro despedidos. Otros dos cobraron indemnización y se retiraron de la línea. La huelga, que se inició el 13 de abril, continúa porque la empresa solo acepta la recontratación de Darío Romero y Luis Álvarez.
Cinco de los seis choferes fueron acusados por la empresa, mediante circuito de video montados en los ómnibus, de robar la recaudación mediante boletos falsos o de no rendir todo lo recaudado en un redondo.
Los otros despedidos, que La Capiateña no acepta su reincorporación, son Víctor Gamarra y Miguel Muñoz, por lo que no hubo acuerdo.
Desmienten robo
Algunos choferes despedidos estuvieron ayer en la reunión tripartita encabezada por el director del Trabajo, Abog. Ramiro Ocampos González.
Romero fue denunciado por la Línea 58 de no rendir toda la recaudación (pese a las cámaras de video, al molinete y sistema óptimo de conteo de pasajeros). Esta denuncia fue hecha ante la Unidad Fiscal de Capiatá.
Romero desmintió la denuncia y dijo que la empresa de transporte no explica cómo pudo robar plata de alrededor de 60 boletos vendidos en un redondo a pesar del sistema de control electrónico. Precisó que el contador de pasajeros, mediante luz infrarroja, arrojó un resultado similar de los boletos vendidos y lo que entregó como recaudación. El chofer Gamarra desmintió la acusación de daño a buses.
No aceptan a obreros
Roberto Jiménez y su hermana Myrian, dueños de la Línea 58, se ratificaron en la tripartita de que los despidos están justificados. No obstante, en aras de la paz laboral aceptan reincorporar a Romero y a Álvarez. Alegan que la comunicación sobre motivo de la medida de fuerza no figuraban Gamarra y Muñoz. Los afectados dicen que fueron despedidos durante la huelga.