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“La eficacia y el éxito de la fortificación dependen enormemente de que el hierro añadido se encuentre en forma absorbible y protegido de los principales inhibidores”, sostiene el INAN. El sulfato ferroso es un compuesto hidrosoluble que se disuelve instantáneamente en el jugo gástrico; ampliamente empleado en la fortificación de fórmulas infantiles, y lácteos.
Un informe emitido por el INAN ratifica la eficacia de la fortificación o enriquecimiento de alimentos de consumo masivo para la prevención de deficiencia de micronutrientes específicos, principalmente de calcio, hierro y otros micronutrientes, incluso, en grupos de edades menores. Señala que este efecto ha sido demostrado gracias a innumerables estudios. Puntualmente refieren que para solventar el problema de la anemia infantil, diversos países en vías de desarrollo se hallan trabajando en el enriquecimiento de la leche con hierro, puesto que este alimento –la leche– es universalmente aceptada por la población.
El Prof. Dr. Rafael Figueredo Grijalba, director del INAN, destaca que la fortificación de los alimentos es uno de los métodos probados más eficientes para prevenir la carencia de hierro en la población.
Explica que “la eficacia y el éxito de la fortificación dependen enormemente de que el hierro añadido se encuentre en una forma absorbida, y a su vez, protegido de los principales inhibidores”. Esta fortificación no debe producir modificaciones en las características organolépticas del producto (sabor, aroma y textura). “El sulfato ferroso se disuelve instantáneamente en el estómago y, una vez disuelto, la absorción del hierro dependerá del contenido de sustancias inhibidoras o favorecedoras en la comida, así como el estado nutricional en hierro del individuo”, aclara el profesional. A su vez señala que a través del ácido ascórbico o un estado nutricional deficiente la absorción del compuesto aumenta.
El sulfato ferroso es un compuesto hidrosoluble que se disuelve instantáneamente en el jugo gástrico; ampliamente empleado en la fortificación de fórmulas infantiles y lácteos. Se ha comprobado cómo la absorción del hierro de leches enriquecidas con sulfato ferroso en concentraciones de 10 a 15 mg/l de hierro es del 3-4%. Con la adición de ácido ascórbico (vitamina C), en una relación de 2:1 con respecto al hierro, la absorción se incrementa entre 3 y 4 veces más, llegando a ser del 11-12%, con lo que se resuelve más rápido la deficiencia nutricional. Más datos pueden obtenerse en el INAN, teléf. 206-874.