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El escritor e investigador uruguayo Jorge F. Méndez, quien además realiza varias charlas, talleres y conferencias en nuestro país, realizó una investigación durante tres años. Realizó entrevistas y, analizó el comportamiento de las mujeres de diferentes status social a nivel mundial, entre las que entraron también las paraguayas.
“Lo que más llama la atención es que existe una frustración muy alta en la mujer paraguaya en torno a sus expectativas profesionales. Un 54% dijo estarlo, de diferentes formas. Algunas de ellas manifestaron respuestas como “no haber estudiado una carrera universitaria”, “no ejercer la profesión de mis sueños” o “que todavía tenga que pedir permiso para estudiar”. La decepción que le sigue al tema profesional está relacionada con marido y los hijos, y la que le sigue con la agresión masculina. Existe también un 8% de participantes que dicen hasta ahora no tener ninguna frustración, porcentaje que puede explicarse por la juventud de las entrevistadas, o simplemente porque no ha habido nada relevante en este ámbito, que tenga ese carácter”, explica Jorge Méndez.
Según el análisis de Méndez, lo que eventualmente salió a luz en sus investigaciones es que las mujeres volcaron la balanza hacia el lado masculino cuando consultó la preferencia de género de su jefe. Un 48% dijo que prefería un hombre, contra un 34% que dijo querer a una autoridad de su mismo sexo. Para un 18% es indistinto. El reclamo generalizado de las mujeres para aspirar a mejores puestos de trabajo o ascender a escalas más altas se contrapone con la mayoría que prefiere que sea un hombre su jefe directo.
En el ámbito de la protección al género femenino, 4 de cada 10 mujeres piensa que en el Paraguay no se protege a la mujer. Si sumamos el 13% que piensa que es escaso o muy escaso el apoyo, más el 22% que opina que faltan leyes y otro 13% que cree que aún hay mucho machismo. El porcentaje de que la mujer no es bien tratada por la legislación nacional asciende a un 87%. Solo un 10% piensa que se ha mejorado al respecto.
El género femenino está demandando más protagonismo.