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“España es un país que recibe a víctimas de trata de personas procedentes sobre todo de Paraguay, Brasil y de algunos otros países del Este. En España somos puerto de entrada, entonces nuestro objetivo es perseguir -por supuesto- el delito, porque ya se está consumando, pero al mismo tiempo es muy importante la protección de las mujeres extranjeras, y porque están en situación irregular muchas veces desconocen completamente sus derechos y con frecuencia eran vistas como extranjeras irregulares en lugar de víctimas de un delito”, explicó Isabel Valldecabres Ortiz, una de las exponentes que abordaron la trata de personas desde la perspectiva legislativa, en el seminario internacional “Para la prevención y atención a mujeres y niñas, víctimas de trata de personas”, organizado por la Secretaría de la Mujer, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid).
“Nosotros en España aprobamos un plan de lucha contra la trata que tuvo vigencia durante tres años. Una parte importante de nuestro plan eran las reformas legislativas, por una parte, porque tenemos compromisos internacionales derivados de convenios que España a suscrito internacionalmente igual que Paraguay y, por otro lado, porque en Europa también hay una legislación específica que compromete a todos los estados con el objetivo de perseguir el delito más eficazmente y con mucha más contundencia de proteger a las víctimas y de prevenir”, indicó la española Valldecabres.
Tráfico interno
Isabel Valldecabres explica el tratamiento de la trata de personas: “Una cosa es el tráfico de migrantes de gente que quiere llegar al país a trabajar aunque no tengan permiso de residencia y alguien le ayuda a conseguirlo y otra cosa muy diferente es captar a alguien para trasladarlo a otro sitio”.
“En el caso de Paraguay son traslados internos, domésticos, no necesariamente de una país a otro, para después explotarlas; eso no es ayudar a una persona a trabajar en otro país ni siquiera obtener un beneficio, sino que además es explotarlas en el país de destino en condiciones de absoluta esclavitud como en el Siglo 18, pero ahora en el Siglo 21 con nuevas técnicas y en un mundo globalizado donde todo es mucho más fácil”, expresa.
Han cambiado en España la manera de intervención
La catedrática de la Universidad Carlos III de Madrid, Isabel Valldecabres afirmó que gracias a la legislación ahora son mucho más eficaces en la tarea de detección, investigación y derivación de las víctimas primeramente a los servicios sociales.
“Ha cambiado la manera de intervención porque era necesario tipificar mejor el delito y por otra parte necesitábamos modificar las leyes de asilos de refugios y de extranjería para garantizar los derechos a las víctimas especialmente un periodo de recuperación, la posibilidad de concederles un permiso de estancia de residencia, incluso de trabajo si colaboran con las autoridades y en todo caso garantizarles sus derechos fundamentales como víctimas de un delito con independencia de su situación administrativas”, explicó Valldecabres durante el seminario internacional.