Con espíritu de gozo y gratitud, las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul celebraron con una misa los 125 años de su llegada a Paraguay en misión de caridad.
La celebración eucarística fue oficiada por el arzobispo de Asunción, monseñor Pastor Cuquejo, quien resaltó en su homilía la gracia que tuvo el país al haber recibido a estas hermanas en 1880.
"Gracias Señor, porque nos has dado cosas grandes a través de tus siervas. La caridad se ha diseminado por todo el país gracias a ellas que hacen posible que el amor de Dios esté presente en el corazón de cada persona que ayuda", resaltó el arzobispo.
Monseñor Jorge Livieres y Emilio Cárdenas estuvieron también presentes en la misa, además de varios alumnos del colegio La Providencia, una de las instituciones educativas pertenecientes a la congregación, así también como otros miembros de la familia vicentina en Paraguay.

El acto jubilar comenzó a las 7:30 con una peregrinación desde la explanada del Hospital de Clínicas, donde por primera vez, al llegar al país, las hermanas brindaron sus servicios de caridad.
Las Hijas de la Caridad llegaron al Paraguay el 12 de febrero de 1880 desde Buenos Aires para comenzar su tarea evangelizadora con espíritu de servicio. Además de prestar ayuda en Asunción, también lo hacen en localidades del interior como Sapucai, Yuty, Yby Yaú, Arroyos y Esteros, Carapeguá, Nueva Italia y Pastoreo, entre otras comunidades, donde asisten a los leprosos, ancianos y niños con sida en hogares especiales.
Las Hijas de la Caridad, en su tarea de evangelización, también están presentes en las actividades pastorales de las parroquias del país.