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Fuentes que trabajaron durante años en el sector transportista indicaron a ABC Color que choferes de varias líneas de buses padecen complicaciones médicas por culpa de la cantidad de horas que permanecen sentados conduciendo. El tráfico vehicular, la variación de temperatura y la falta de movilidad repercute en gran medida en su salud.
Gustavo Bordón, vicepresidente de la Sociedad Paraguaya de Medicina del Trabajo y profesional del sector, dijo a nuestro diario que los choferes sufren la misma complicación que los guardias de seguridad y los serenos: la variación del ritmo circadiano. Este problema consiste en la alteración del reloj metabólico que tiene el organismo y que deviene en estrés laboral.
El médico agregó que el estrés laboral se caracteriza por el aumento de presión, gastritis e incluso imposibilidad de ir al baño, problemas que, según nuestras fuentes, son comunes en los choferes.
Falta de capacitación
Por otro lado, existen también denuncias de los usuarios del transporte público acerca de maltratos por parte de trabajadores del volante.
En su mayoría, los choferes no tienen la preparación necesaria para lidiar con los pasajeros y esta carencia de tacto se manifiesta en constantes roces.
Si bien hubo mejoras significativas en el transporte público con la llegada de los buses diferenciados, el establecimiento de carriles exclusivos y las paradas obligatorias, existen aún deficiencias tanto en la situación de los choferes como en la prestación del servicio.