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El libro trata de una patología cada vez más frecuente en la población general, no solo de Paraguay sino también del mundo, que es la necesidad incontrolable que tienen algunas personas de rascarse, pellizcarse y lesionarse la piel, no pudiendo dejar de realizar esa conducta. Casi el 2% de la población general puede estar afectada por algún grado de trastorno de excoriación. En Paraguay, las consultas han sido cada vez más frecuentes, y solo durante el último año 2013 se ha prestado atención a un centenar de personas con esta patología, afirma el Prof. Dr. Julio Torales, profesor de Psiquiatría de la Universidad Nacional de Asunción.
“La psicodermatología es un área de la medicina que se encarga del diagnóstico y tratamiento de enfermedades de la piel que son generadas o aumentadas por problemas mentales o psicológicos. Por ejemplo, la psoriasis, que es una enfermedad descamativa de la piel, tiene claros componentes emocionales, puesto que la enfermedad hace brotes más intensos cuando el paciente está estresado o deprimido. Asimismo, el trastorno de excoriación, que si bien se manifiesta como una conducta de rascado de la piel imposible de aguantar, es resultado de alteraciones del espectro obsesivo compulsivo, es decir alteraciones del sistema mental”, indicó Torales.
–¿Qué es un trastorno de excoriación?
–El trastorno de excoriación se caracteriza por la necesidad o urgencia por rascar, pellizcar, tocar, frotar, restregar, friccionar, apretar, morder o excavar la piel. Los pacientes aquejados por este trastorno se sienten obligados a realizar estas acciones de forma compulsiva hasta que aparecen típicas lesiones. El paciente es consciente de su conducta autodestructiva pero se siente incapaz de renunciar a este hábito, a pesar de haber realizado intentos repetidos para disminuirlo o cesarlo.
Si bien puede verse en cualquier sexo y a cualquier edad, en general existen dos grupos de pacientes que se excorian más: el primero, compuesto por mujeres jóvenes que se excorian sobre lesiones preexistentes, habitualmente lesiones de acné, y el segundo grupo compuesto por mujeres de 40-50 años (mayoritariamente solteras, separadas o viudas).
–¿Por qué la persona se rasca sin cesar? ¿Qué pasa en su mente?
–La característica más importante de estos pacientes radica en una profunda dificultad para manejar la ansiedad. Esta agresividad es a veces explosiva. La dificultad en manejar la agresividad se convierte en un hecho no aceptable y muchas de las agresiones están dirigidas, inconscientemente, hacia sus padres (o sus parejas). Como estas agresiones son inaceptables para el paciente, las mismas se reprimen en el inconsciente y se expresan a través de las conductas de rascado. En definitiva, las conductas de rascado sirven para dejar escapar la agresividad y, asimismo, son un castigo por poseerla.