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CIUDAD DEL ESTE (De nuestra redacción regional). En los seminarios de la diócesis de Ciudad del Este, se llegaron a ordenar diáconos en dos años de formación, y sacerdotes, ocho días después, sostuvo Javier Miranda.
Afirmó que pudieron probar con documentos al menos tres ordenaciones sacerdotales como la mencionada, y que estos fueron entregados con detalles a los enviados del papa Francisco.
“Logramos mostrar a la feligresía que esos seminarios no estaban habilitados como corresponde por el Vaticano y por la Conferencia Episcopal Paraguaya. Sabemos de varios casos, pero presentamos documentos de tres casos que en dos años eran ordenados diáconos, y ocho días después, sacerdotes, e incluso ya eran curas párrocos”, explicó.
Según datos de otros laicos, quienes prefieren el anonimato pues sostienen que accedieron a informaciones confidenciales, afirman que una de las disposiciones de la intervención es que el obispo de Ciudad del Este, Rogelio Livieres Plano, se concilie con las partes.
Al término de la intervención de la diócesis, el viernes pasado, Livieres dijo que con la culminación de la visita apostólica volverá la paz entre los feligreses, al referirse al conflicto interno entre las diócesis.
Según la página oficial de la diócesis, la suspensión de la ordenación sacerdotal fue acordada entre Livieres y el cardenal Santos Abril y Castelló, uno de los enviados del Papa para visitar la diócesis local, con una investigación de una semana.
“Desde el comienzo de la visita se acordó entre Livieres y el cardenal Santos Abril que las ordenaciones del 15 agosto quedarían suspendidas hasta la conclusión de la visita. Esta conclusión tendrá lugar con el informe final de Roma. Como en el mes de agosto las oficinas de la Santa Sede están cerradas por vacaciones de verano en Europa, se puede esperar el informe final a partir del mes de setiembre, aunque no hay fecha fija para la presentación del informe”, señala el sitio oficial.
Al término de las investigaciones del enviado del Papa, Livieres reiteró que la “visita” se dio a raíz de su pedido. “Es una delicadeza que tuvo el papa Francisco con la diócesis de Ciudad del Este”. Afirmó que las denuncias provienen de allegados de Fernando Lugo.
“Quisieron liquidarme de entrada, no pudieron y han seguido intentando durante años sin ningún éxito”, expresó al respecto.