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El que está ubicado frente al Congreso de la Nación, en la Plaza de Armas, está apagado, pintarrajeado y destartalado. Desde hace tiempo no ha sido objeto de revisión ni reparación.
En tanto, el reloj del Bicentenario, ubicado en el paseo central de la Avda. Mariscal López y San Martín, si bien sigue funcionando mediante el padrinazgo publicitario concesionado a Luminotecnia por la Municipalidad de Asunción, continúa con el anterior horario de invierno.
Al parecer, los responsables de su ajuste no se dieron cuenta de que desde el primer domingo de octubre, hace una semana, la hora paraguaya se debió adelantar en 60 minutos.
Por su ubicación en un punto importante de la ciudad, en estas condiciones crea confusión para los visitantes y ha motivado quejas de los automovilistas.
No ajustar los relojes públicos es una muestra de desidia de las autoridades y funcionarios municipales.