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Más de 20 fluorescentes descompuestos en desastrosos techos es la bienvenida que da la Terminal a los viajeros. Se puede apreciar además partes del cielorraso que cuelgan entre carteles y cables, y se ven varios agujeros. Incluso, la humedad se ha apoderado de gran parte del mismo.
Las paredes y los pisos no están muy lejos de las citadas condiciones, presentando un deteriorado aspecto de abandono. Pasar por el sitio representa un peligro para cualquiera, especialmente porque no se encuentran a la vista los extintores e, incluso, se ven cajas hidrantes donde faltan las mangueras.
Los cables cuelgan de paredes, del techo y de instalaciones cerca de los comercios. Esta descripción es de la planta baja y el subsuelo de la terminal.
El área siniestrada sigue igual o incluso peor que dos años atrás. El incendio fue el 3 de marzo de 2017 y afectó principalmente a la planta alta. En el lugar puede haber todo tipo de alimañas, ya que hace largo tiempo está abandonado, y su entrada tapada solo con chapas.
El coordinador general de la terminal, Arnaldo Romero, indicó que a partir de los primeros días de julio estarían empezando las obras de mejoramiento en el área siniestrada.
Explicó que tras los últimos temporales, hubo goteras y los techos se cayeron. Sin embargo, comentó que la planta baja “no se va a tocar”. “El 50% de la Terminal se va a arreglar, que es la planta alta”, manifestó.
Según el director municipal de Administración y Finanzas, Rolando Alvarenga, ya hay un acuerdo con la Aseguradora Paraguaya SA (Asepasa) en cuanto al dinero que va a recibir la Comuna, pero no precisó el monto. Aseguró que las obras se harán con fondos genuinos del Municipio.
Por su parte, el director de la TOA indicó que el 4 de junio se realizará la apertura de sobres del llamado para la construcción del nuevo edificio. “Cuatro a cinco empresas ya vinieron a visitar el lugar”, manifestó.