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Diariamente, al menos 10 niños paraguayos ingresan al nosocomio y reciben atención médica de excelente calidad y de manera totalmente gratuita, que incluye estudios específicos y de alta cotización en laboratorios privados.
Las especialidades más requeridas por las familias que viajan desde Paraguay son, por ejemplo, cardiología, neurología, nefrología y hepatología.
Lo destacable de los médicos argentinos de este centro es que reciben a todos los niños que requieran atención, pero por sobre todo que lo hacen sin mirar su origen ni su condición social. Para ellos, todos son iguales.
La no siempre destacada solidaridad argentina tiene su explicación lógica y se basa en que cada persona que habite o transite por territorio argentino tiene derecho a una atención médica digna y gratuita.
Es decir, en el país vecino sí se cumplen las leyes, no como en el Paraguay, donde los pacientes deben comprar hasta insumos básicos como jeringas, guantes y gasas.
En el peor de los casos, primero se prioriza la vida de la criatura y después se ocupan de su procedencia o de la burocracia, algo envidiablemente lejano para los paraguayos.
Pero no solamente los niños paraguayos copan este hospital, que además recibe a diario a otras tantas criaturas bolivianas o peruanas, colectividades también que van creciendo en la Argentina.
Pero el trato siempre es el mismo con todos, ya sean argentinos, paraguayos, bolivianos o peruanos.
En cuanto a las historias de vida que a diario se generan en el Hospital Garrahan, las familias paraguayas siempre ocupan un espacio importante, debido a que la jovialidad que nos caracteriza casi siempre contrarresta los pronósticos adversos que puedan recibir, y ayuda a sobrellevar el tratamiento.
El 7% de toda la población
De los casi 44 millones de habitantes que tiene actualmente la República Argentina, por lo menos 3 millones son de raíces paraguayas, entre compatriotas nacidos aquí y sus hijos, lo que a su vez representa casi el 7% de toda la población.
Según datos de las asociaciones civiles paraguayas con asiento en Buenos Aires, hay unos 800.000 paraguayos registrados, aunque con los indocumentados llegan a ser ya más de 2 millones.
La cifra se eleva aún más al contabilizar a los compatriotas y sus hijos directos.
La mayoría de los hombres trabajan en la construcción, en panadería o en restaurantes, en tanto que las mujeres se ocupan principalmente como domésticas.