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Durante su niñez, ante cualquier fecha importante a celebrar en la Escuela Normal, a Aníbal “Tata” Ferreira Menchaca le estaba destinada la tarea de dibujar una carabela en la pizarra de la entrada del colegio. “Famosa era mi carabela”, recuerda.
A los 12 años, cuando su padre, Luis Enrique Ferreira, miembro de la comisión demarcadora de límites, fue becado al Brasil, quedó a cargo de su tío, Arturo Alsina. También se encargaba de realizarle las ilustraciones para sus escritos.
Así fue consolidando una habilidad, tal vez innata, la de dibujar. Pero sus comienzos en el arte lo desarrolló en la Revista estudiantil Farolito: “Empecé a dibujar desde el Nº 1, el 15 de setiembre de 1964 y allí también hice la primera historieta cómica Ivo, el piloto audaz”.
Con la arquitectura la facilidad de plasmar los trazos se consolidaron y perfeccionaron.
Luego de dos años de estudiar en Europa, regresó a Paraguay en 1968 y desde 1976 empezó a dibujar en la Revista Dominical de ABC Color hasta 1984 cuando fue clausurado por la Dictadura de Stroessner.
“El humor de Tata no es iracundo ni absurdo como lo son en su mayoría los humoristas modernos, aun cuando este último elemento está presente y con frecuencia, dentro de sus dibujos”, escribió en 1980 Jesús Ruiz Nestosa al considerar que su línea del humor era más bien “tradicional”.
Tata Ferreira recuerda que ha realizado unos 250 dibujos en ABC. Entre las anécdotas menciona que un buen día dibujó al temerario exministro del interior Sabino Augusto Montanaro.
En la caricatura hecha en ocasión de la suspensión por dos meses de los diarios Última Hora y La Tribuna, (se reproduce en esta página) se acercan los directores Demetrio Rojas y Óscar Paciello, a una pruebera preguntando si podían salir a la calle a jugar. La pruebera tira gotas de velas sobre la palangana y se forma el número 435 de la resolución de cierre temporal. Entonces la mujer les dice “San Juan dice que sí, pero San Bino, dice que no”. El lunes siguiente en la reunión de ministros todos saludaban a Montanaro como San Bino, lo cual motivó su ira. Pero como llegó a sus oídos que al dictador había causado mucha risa esta situación, el temible exintegrante del cuatrinomio de oro decidió quedarse en el molde y no tomar ninguna represalia, recuerda el mismo Ferreira Menchaca.
Lava de vidrio ardiente
1984: unas cinco toneladas de vidrio ardiente y líquido se fugaron de la caldera de la “Cristalería Sajonia” produciendo un grave incendio el 2 de enero de 1984. Fue una de las precursoras de la industria del ramo en nuestro país de la mano del experto alemán Wilhelm Gehrmann, quien había llegado al Paraguay como experto en fabricación de vidrios en las primeras décadas del siglo XX y se asoció con un capitalista. La “fábrica de vidrios” de Sajonia se instaló en 29ª Proyectada y Décima, hacia el año 1946.
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