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Con la sencilla frase "La Escuela (
) es un laboratorio de vida real en el que el niño (niña) es obrero de su propio porvenir" (1) resumía Ramón Indalecio Cardozo el nuevo concepto de escuela que le proponía al Paraguay con la Reforma Educativa de 1922/24 y que hoy se quiere rescatar desde un proceso de resignificación y actualización del pensamiento pedagógico de Indalecio Cardozo.
Resignificar la educación paraguaya de la pos-Reforma de los 90 implica una relectura de ese "laboratorio de vida real" de los tiempos de Cardozo a la luz de la "Nueva Escuela Pública Paraguaya" que se está gestando en el marco de la historia reciente de la educación nacional y del pensamiento pedagógico actual.
Esta relectura permite ver que la escuela en el Paraguay sigue jugando un rol fundamental, tanto en la formación de la persona como en la construcción de una comunidad. Es así que el aprendizaje que se da en las instituciones educativas es al mismo tiempo subjetivo y colectivo, o como diría la Dra. Carina Kaplan: en todo aprendizaje "hay una génesis social y, a la vez, una apropiación creativa por parte del sujeto de las herramientas de la cultura" (2). Es así que los alumnos/as aprenden las matemáticas que propone el currículo (contenido colectivo) y las aplican discrecionalmente a situaciones de la propia vida (aplicación subjetiva). Pero este aprendizaje se da en un nuevo contexto sociocultural país que está ahí para interactuar con él y para que la persona y la comunidad lo modifiquen, lo mejoren y redefinan; es decir, el ciudadano y los ciudadanos son "obreros de su propio porvenir", son hacedores y protagonistas de un Paraguay que se construye entre y por todos, rompiendo así con el modelo de escuela reproduccionista o alienante denunciado por Pierre Bourdieu.
¿Qué implica esto para mamá, papá, docente o alumno/a? Pues que hoy su escuela aspira a convertirse en un espacio comunitario de aprendizaje subjetivo y colectivo, donde las personas se forman como seres originales, diversos y sujetos de derechos; al mismo tiempo que construyen redes de relaciones, equipos de trabajo y movimientos socioculturales. En esta nueva escuela, un alumno/a debe aprender tanto a ser honesto como a sumarse a colectivos ciudadanos que luchan contra la impunidad; un/a docente debe tener como prioridad en el aula la lectura, la escritura en ambas lenguas oficiales y el manejo de las habilidades matemáticas, pero sin descuidar la creación de las condiciones pedagógicas que permitan desarrollar las capacidades de cada uno -su potencial- de la forma más adecuada.
La Nueva Escuela Pública Paraguaya, como espacio comunitario de aprendizaje, exigirá cada vez más la participación de la persona, ya sea como protagonista de su propia formación o como corresponsable en la construcción de una comunidad de aprendizaje. En este sentido -por ejemplo- hoy padres y madres están aprendiendo a trabajar con los directores para reconstruir las escuelas (casi 10.000 aulas fueron reparadas entre junio de 2009 y febrero de 2010 mediante el sistema de transferencia de fondos a las ACEs); los docentes han sido invitados a conformar mesas técnicas para diseñar sus capacitaciones en servicio a medida; los alumnos/as de casi 500 instituciones de Educación Media están embarcados en la implementación de la primera parte de un proceso de resignificación de la secundaria, y este año miles de docentes estarán utilizando herramientas informáticas (una laptop por docente, una laptop por niño/a, pizarras interactivas, laboratorios móviles, portal educativo, canal educativo en formato digital, etc.) en el desarrollo de los contenidos escolares.
Así, la escuela como "laboratorio de vida real en el que el niño (niña) es obrero de su propio porvenir" de Indalecio Cardozo hoy se traduce en la construcción de una "Nueva Escuela Pública Paraguaya" que tiene como meta crear las condiciones pedagógicas y materiales para que las personas se formen como forjadoras de su propio destino y el de la patria; para que los ciudadanos/as sean protagonistas de la construcción dinámica de nuevos espacios comunitarios de aprendizaje, donde se respeten tanto los ritmos individuales de aprendizaje, la diversidad y el talento original de cada uno/a como los estándares de calidad, las crecientes demandas tecnocientíficas y la ética ecológica fundamental. En resumen, se está construyendo la Escuela Pública del Siglo XXI soñada a inicios de la segunda década del Siglo XX por un gran pedagogo paraguayo.
1 QUINTANA DE HORAK, Carmen: Ramón Indalecio Cardozo y la reforma del 22. En: GOBERNACION DEL DEPARTAMENTO CENTRAL: Las Raíces de la Educación Paraguaya. Ed. Ramiro Herrera. Areguá. 1996. Pág. 32.
2 CHIACHIO, Gustavo & otros: La educación en busca de nuevos sentidos. Discurso y procesos de aprendizaje. Ed. Jorge Baudino. Buenos Aires. 2009. Pág. 9.
Dr. phil. Luis Alberto Riart Montaner
Ministro de Educación
Resignificar la educación paraguaya de la pos-Reforma de los 90 implica una relectura de ese "laboratorio de vida real" de los tiempos de Cardozo a la luz de la "Nueva Escuela Pública Paraguaya" que se está gestando en el marco de la historia reciente de la educación nacional y del pensamiento pedagógico actual.
Esta relectura permite ver que la escuela en el Paraguay sigue jugando un rol fundamental, tanto en la formación de la persona como en la construcción de una comunidad. Es así que el aprendizaje que se da en las instituciones educativas es al mismo tiempo subjetivo y colectivo, o como diría la Dra. Carina Kaplan: en todo aprendizaje "hay una génesis social y, a la vez, una apropiación creativa por parte del sujeto de las herramientas de la cultura" (2). Es así que los alumnos/as aprenden las matemáticas que propone el currículo (contenido colectivo) y las aplican discrecionalmente a situaciones de la propia vida (aplicación subjetiva). Pero este aprendizaje se da en un nuevo contexto sociocultural país que está ahí para interactuar con él y para que la persona y la comunidad lo modifiquen, lo mejoren y redefinan; es decir, el ciudadano y los ciudadanos son "obreros de su propio porvenir", son hacedores y protagonistas de un Paraguay que se construye entre y por todos, rompiendo así con el modelo de escuela reproduccionista o alienante denunciado por Pierre Bourdieu.
¿Qué implica esto para mamá, papá, docente o alumno/a? Pues que hoy su escuela aspira a convertirse en un espacio comunitario de aprendizaje subjetivo y colectivo, donde las personas se forman como seres originales, diversos y sujetos de derechos; al mismo tiempo que construyen redes de relaciones, equipos de trabajo y movimientos socioculturales. En esta nueva escuela, un alumno/a debe aprender tanto a ser honesto como a sumarse a colectivos ciudadanos que luchan contra la impunidad; un/a docente debe tener como prioridad en el aula la lectura, la escritura en ambas lenguas oficiales y el manejo de las habilidades matemáticas, pero sin descuidar la creación de las condiciones pedagógicas que permitan desarrollar las capacidades de cada uno -su potencial- de la forma más adecuada.
La Nueva Escuela Pública Paraguaya, como espacio comunitario de aprendizaje, exigirá cada vez más la participación de la persona, ya sea como protagonista de su propia formación o como corresponsable en la construcción de una comunidad de aprendizaje. En este sentido -por ejemplo- hoy padres y madres están aprendiendo a trabajar con los directores para reconstruir las escuelas (casi 10.000 aulas fueron reparadas entre junio de 2009 y febrero de 2010 mediante el sistema de transferencia de fondos a las ACEs); los docentes han sido invitados a conformar mesas técnicas para diseñar sus capacitaciones en servicio a medida; los alumnos/as de casi 500 instituciones de Educación Media están embarcados en la implementación de la primera parte de un proceso de resignificación de la secundaria, y este año miles de docentes estarán utilizando herramientas informáticas (una laptop por docente, una laptop por niño/a, pizarras interactivas, laboratorios móviles, portal educativo, canal educativo en formato digital, etc.) en el desarrollo de los contenidos escolares.
Así, la escuela como "laboratorio de vida real en el que el niño (niña) es obrero de su propio porvenir" de Indalecio Cardozo hoy se traduce en la construcción de una "Nueva Escuela Pública Paraguaya" que tiene como meta crear las condiciones pedagógicas y materiales para que las personas se formen como forjadoras de su propio destino y el de la patria; para que los ciudadanos/as sean protagonistas de la construcción dinámica de nuevos espacios comunitarios de aprendizaje, donde se respeten tanto los ritmos individuales de aprendizaje, la diversidad y el talento original de cada uno/a como los estándares de calidad, las crecientes demandas tecnocientíficas y la ética ecológica fundamental. En resumen, se está construyendo la Escuela Pública del Siglo XXI soñada a inicios de la segunda década del Siglo XX por un gran pedagogo paraguayo.
1 QUINTANA DE HORAK, Carmen: Ramón Indalecio Cardozo y la reforma del 22. En: GOBERNACION DEL DEPARTAMENTO CENTRAL: Las Raíces de la Educación Paraguaya. Ed. Ramiro Herrera. Areguá. 1996. Pág. 32.
2 CHIACHIO, Gustavo & otros: La educación en busca de nuevos sentidos. Discurso y procesos de aprendizaje. Ed. Jorge Baudino. Buenos Aires. 2009. Pág. 9.
Dr. phil. Luis Alberto Riart Montaner
Ministro de Educación