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Un grupo de vecinos de Limpio se manifestó el martes pasado en contra de la Secretaría de Transporte del Área Metropolitana.
El intendente Ángel Gómez Verlangieri encabezó la marcha contra la secretaría, junto con los concejales Luis Vidallet, Alberto Aponte, José Lugo y Pedro Soto.
Algunos carteles estaban hechos para repudiar a Juan Carlos Aveiro, presidente de la empresa TTL, Línea 23. Los vecinos aseguraron que la línea tiene mal servicio, ya que no llega hasta el barrio Salado. Los buses solo parten desde Villa Madrid y el centro de Limpio.
A favor de la Línea 36
Lo cierto es que la falta de servicio en Salado no se debe a la Setama ni a la Línea 23, según Aveiro.
Aseguró que sus ómnibus llegaron hasta el barrio solo unos días, luego de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, que levantó el amparo a favor de la Línea 24. Esta empresa ya no presta servicio.
La única que llega a la zona es la Línea 34, pero no satisface la demanda, según los inspectores de la Setama.
Por su parte, el intendente Gómez Verlangieri no permite que la Línea 23 llegue hasta Salado. Los inspectores de tránsito amenazaron con requisar los ómnibus de la empresa, precisó Aveiro.
Intentamos hablar ayer a la tarde con el intendente de Limpio, pero no contestó su celular. El concejal Vidallet dio a entender que la medida se debe a que la Comuna no recibió comunicación de la Setama sobre la resolución de la Corte Suprema.
Aveiro dijo que el amparo fue contra Setama. Precisó que la secretaría administra el transporte de Gran Asunción y no la Comuna.
De acuerdo a funcionarios de la Setama, las autoridades de Limpio quieren reflotar las líneas “mau” y las que no están bien, entre ellas la Línea 36. Aveiro afirma que no se explica por qué le impiden operar en la zona de Salado.
El reclamo de los vecinos es también que la Setama autorice, en forma “provisoria” o por tiempo limitado hasta que se realice una licitación, que la Línea 36 ingrese por Artigas hasta el centro de Asunción, en el itinerario de la Línea 23.
Gómez Verlangieri y los concejales también presionan para que la Línea 36 llegue hasta Salado, según funcionarios.