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La fiesta contó con la participación de varias comparsas provenientes de distintos puntos del país como Caacupé, Encarnación y Villarrica. Además, hermosas pasistas aportaron lo suyo al colorido de la fiesta, que ya se volvió una tradición en la ciudad.
Sin embargo, luego de la celebración, la avenida Bruno Guggiari amaneció repleta de basura.
Ayer, las bolsas plásticas utilizadas para empaquetar todo tipo de bebidas rondaban por la avenida y las botellas de cerveza permanecían aún en las gradas del sambódromo montado para la ocasión.
Un recorrido de ABC Color por la zona pudo constatar que la organización no previó la instalación de basureros para depositar los desperdicios.
A los comerciantes y a los asistentes pareció no importarles la penosa imagen que genera una avenida repleta de desperdicios. Los automovilistas que circulaban por la zona, durante la soleada jornada de ayer, debían sortear las bolsas de basura, las botellas de cerveza y también las graderías –que si bien estaban siendo retiradas desde tempranas horas de la mañana– reducían el espacio para la circulación.
Eventos como los carnavales son conocidos por ser generadores de gran cantidad de basura. La Municipalidad de Lambaré no tuvo en cuenta este detalle y la avenida amaneció con los rastros de la fiesta.
Varias bolsas plásticas quedaron adheridas al peligroso canal de desagüe que funge de badén en el límite entre Bruno Guggiari y Luis María Argaña, a metros de la sede de la Comuna lambareña.
Intentamos comunicarnos con el jefe de Medio Ambiente de la Municipalidad de Lambaré, Magín Arias, pero no contestó a nuestros llamados telefónicos.