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El primer tren urbano corrió el 14 de junio de 1861, entre la plaza San Francisco (hoy, plaza Uruguaya) y el Puerto de Asunción, para el acarreo de los materiales utilizados en la construcción de la red ferroviaria.
Cuatro meses más tarde, el 21 de octubre, se inauguró el tramo Asunción-Trinidad. En la década anterior, Chile, Brasil y Argentina habían implementado ya esta tecnología del hierro y el vapor, fruto de la revolución industrial del siglo XIX. Significa que Paraguay no fue el primer país sudamericano que adoptó este sistema de transporte, como erróneamente se cree. Sí se puede considerar que estuvo entre los primeros que lo implementaron.
Desde que el ferrocarril llegó a Paraguarí el 6 de octubre de 1864, la comunidad adquirió importancia, tanto que hacia 1890 fue cabeza de línea del aparatoso medio de transporte. Hasta ahí llegaba el sistema de telégrafos instalado por don Carlos Antonio López, y todo el comercio regional –agrícola y ganadero– se concentraba en esta ciudad, cuyos orígenes se remontan a 1775. El movimiento de pasajeros y cargas era muy fluido en Paraguarí, pues los pobladores de localidades circunvecinas se concentraban ahí para abordar los vagones y dirigirse a la capital y otros pueblos del interior servidos por el tren.
Tras la paralización de actividades del ferrocarril, en los años 80, la vieja estación diseñada por el arquitecto inglés Alonso Taylor quedó abandonada. Y sobrevivió con signos de graves deterioros. En febrero de 2012, las autoridades de Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa) entregaron la emblemática edificación en usufructo a los miembros del Centro Cultural Avaré Sumé, quienes realizaron algunas mejoras para convertirla en centro de actividades culturales y museo histórico. Tras una serie de trabajos de reposición de revoques, limpieza y pintura que involucró a vecinos y personas de los alrededores, se procedió a habilitar el 19 de enero de 2013 un pequeño museo que expone 60 reproducciones fotográficas del funcionamiento del tren y de las diversas estaciones del interior. Unos pocos objetos recuperados, como una báscula de hierro, forman parte del acervo. En la sala que era la boletería hay faroles, una caja fuerte Chubb de fabricación inglesa y un mueble antiguo. Los responsables del local planean solicitar a Fepasa la devolución de algunos de los objetos que eran de la estación con el objetivo de recuperar, en lo posible, la ambientación original.
Miércoles de cine con acceso libre
El Museo Histórico del Espacio Cultural La Estación de Paraguarí puede ser visitado de lunes a viernes, de 09:00 a 15:00 y los sábados, de 08:00 a 12:00. El acceso es libre y gratuito. Todos los miércoles, a las 20:00, se realizan proyecciones de cine, con cortos y largometrajes paraguayos, con acceso libre. Hay planes de realizar exposiciones de esculturas y una recolección de piezas antiguas para enriquecer el acervo del museo.
La estación cuenta con cinco salas y era la única que contaba con un sótano, que en los años 60 fue bloqueado con cargas de arena. Lo más afectado por el abandono de largos años han sido las aberturas, puertas y ventanas, de madera.
Anécdota del cañón Cristiano
Paraguarí se halla a 62 km de Asunción, por la Ruta I, que va a Encarnación. La estación se ubica a 600 metros del centro, en un sector rodeado de cerros que embellecen el paisaje. Figura en registros históricos que el 25 de abril de 1867 se trajo a la estación de Paraguarí, en carretas, el gran cañón Cristiano para ser embarcado a Asunción. Con campanas sanas y rotas de todas las iglesias se hizo este cañón en la fundición La Rosada. Frente a la pieza terminada, se dieron vivas a la patria y al mariscal López, y las mujeres de Paraguarí, emocionadas, ingresaron entre los conductores, diciendo que deseaban formar para tirar el primer cañonazo contra los enemigos del país.
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Foto: Gustavo Báez