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Nina Stewart, responsable, explicó que los utensilios se utilizan a diario para dar comida a casi 50 niños y adultos al día. La iniciativa se mantiene gracias a la solidaridad de la gente. “En este momento no hay para calentar. Los niños están viniendo, se les está dando leche con galletitas. También robaron hace unos días un pequeño parquecito para los más pequeños con unas hamaquitas con forma de caballitos”, indicó.
Los ladrones forzaron la puerta del kiosco –ubicado en Venezuela y Sargento Gauto– y llevaron lo que pudieron. “Con palanca se ve que violentaron; no llevaron el microondas porque el agujero que hicieron no daba para que lo saquen”, dijo. Stewart cree que pudo haber sido gente que conoce lo que hay en la casilla, lo cual le duele más aún.
“Creo que gente que son parte de los que reciben son parte de esto y perjudican a los demás. Lo más probable es que sea gente que consume drogas”, consideró.