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La celebración eucarística comenzó a la medianoche con la presentación de una alegoría sobre problemas sociales que aquejan actualmente a nuestro país, además de instar a la unidad del pueblo paraguayo bajo la bandera patria tricolor: rojo, blanco y azul. Estuvo a cargo del elenco del Estudio de Danzas Arte en Movimiento de la ciudad de Coronel Oviedo, dirigido por la profesora Andrea Toledo.
De fondo se escuchaban canciones como Bravo Paraguay, Chokokue kéra yvoty, Paraguaya de pies descalzos y Mainumby jeroky.
Monseñor Juan Bautista Gavilán enfocó diversos temas de la realidad nacional durante la celebración eucarística. Uno de los más enfatizados fue el Poder Judicial que “ya no puede permanecer más tiempo en la oscuridad”. “Necesita un rayo de transparencia y renovación”, acotó.
Indicó que actualmente todos quieren hacer prevalecer su conveniencia en nombre de la ley. Añadió que detrás de lo legal se esconden los hechos de corrupción, como licitaciones amañadas para obras públicas en desmedro del bien común.
Tanto se escucha hablar de lo legal que se convierte en un ñe’ênga, una palabra vacía, en la ilegalidad, indicó.
“Es la realidad más cruda en nuestro país”, acotó.
Salesianos
La misa de los salesianos, oficiada desde las 01:45, fue presidida por el P. Mario Jesús Villalba Ramírez, inspector de la congregación en Paraguay. Abogó porque exista justicia para todos en nuestro país, sin chicanas para favorecer a “sectores vip” y “grandes manguruyuses”.
También por servicios de calidad en educación, salud y protección a la familia, creación de fuentes de trabajo digno. También instó al Gobierno a defender la cultura y el hábitat de los pueblos indígenas y las tierras de familias campesinas.
A los jóvenes les instó a no cruzarse de brazos ante las injusticias.