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Llevo todas las documentaciones relacionadas con los test de coeficiente intelectual que me realizaron en el Paraguay, mis calificaciones del colegio que realicé en forma regular hasta el noveno grado y hasta las de la facultad donde consta que realicé hasta el tercer curso de Ingeniería en Informática con promedio de 4.60 cada año, resaltó Giuliano Ojeda.
Añadió que le apena que el Ministerio de Educación nunca se haya expedido en relación al pedido hecho a esa institución para rendir en forma libre los exámenes de la materias correspondientes a la educación media.
Según el joven con habilidades especiales, la Universidad Internacional de Miami, Florida, una de las casas de altos estudios más importantes de los Estados Unidos en materia de informática, se interesó por su caso porque con la ayuda de su padre remitieron todos los antecedentes relacionados a sus estudios realizados en este país.
En el Paraguay ya agoté todas las posibilidades de progreso posible, nos dijo Alvaro Giuliano muy triste en su residencia de Asunción, mientras empacaba sus pertenencias para el viaje a la vez de manifestarnos que fue muy linda la experiencia de llevar adelante la empresa de informática Bellisof dirigido por un año por Daciano Ojeda, su padre, y él.
Sin deuda al Gobierno
Daciano Ojeda, padre de Giuliano, dijo que es penosa la situación que le tocó vivir a su hijo. El Gobierno no le dio ninguna importancia al caso. Mi hijo tiene aprobadas las materias de matemáticas de la universidad y no puede rendir en forma libre matemáticas para aprobar la educación media, sentenció.
Mi hijo se fue normalmente hasta los 13 años, hizo el noveno grado en forma regular, pero después ya no pudo porque no se sentía a gusto con sus compañeros de la misma edad. Ya comenzó a trabajar a full en programas de informática y ya ingresó a la facultad, por lo tanto necesitaba su tiempo para realizar estudios de niveles superiores que demostró con su capacidad y notas sobresalientes que tiene habilidades especiales. El es el universitario más joven del país, pero abandona su patria en busca de un mejor porvenir, sentenció Ojeda al referirse a su hijo superdotado.
Refirió que desde el primer momento su esposa y él acompañaron muy de cerca el progreso de su hijo y que golpeó muchas puertas que le fueron abiertas. Le debemos a mucha gente pero no al Estado, sentenció.
ANTECEDENTES
Según sus padres, Giuliano a las edad de 2 años ya empezó a leer y en el barrio donde vivían hacían apuestas cómicas sobre la posibilidad o no de leer palabras difíciles. A los 4 años ya ingresó al 1er. grado en el Colegio Iberoamericano y hasta ya fue ayudante de cátedra de su maestra en la clase de matemáticas. De allí en más ya fue incursionando en la informática. La institución a la que va tiene fondos para niños y jóvenes con capacidades especiales como Giuliano.