Jesús nos enseña a obedecer a Dios

Oración inicial
Animador: Comenzamos nuestro encuentro en el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Vamos todos a rezar al Espíritu Santo, para que El nos ilumine y nos guíe en este encuentro de hoy, diciendo: Todos: Ven, Espíritu Santo. Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu y serán creados. Y renovarás la faz de la tierra. Oremos. ¡Oh Dios! Que iluminaste los corazones de los fieles con las luces del Espíritu Santo haznos por El conocer el bien y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Animador: Navidad en Familia nos reúne para estar juntos. Tanto necesitamos de vivir unidos, tener confianza uno con el otro y juntos podemos vencer la inseguridad que hay en la sociedad. Nuestras familias deben ser el lugar privilegiado para encontrar alegría y paz. Nos preparamos para pedir a Jesús, Príncipe de la Paz, la ansiada tranquilidad y paz en nuestros hogares.

Animador: Pidamos al Divino Maestro que escuchemos atentamente las enseñanzas que tendremos en el encuentro de hoy.

Todos: Jesucristo, Maestro, ayúdanos a vivir tus enseñanzas.

Animador: Recemos a nuestro Padre celestial con las palabras que Jesús nos enseñó:
Todos: Padre nuestro...

Canto.

Lectura bíblica: Mt. 7,21-29
Reflexión:
Uno de los principales problemas de nuestro mundo actual es la falta de obediencia. No se quiere obedecer a las autoridades, a los superiores, a los padres de familia ni al mismo Dios. Por eso mismo nuestro mundo está en la situación tan mala que solamente vemos caos, crímenes, robos, violaciones y maltratos. Muchos, es verdad, practican una religión, pero una religión inventada por ellos mismos. Piensan que con solo ir a la Iglesia, con solo decir "Señor, Señor..." van a conseguir todo y no es así.

Jesús nos dice: "No bastará con decir: Señor, Señor para entrar en el reino de los cielos. En el cielo entrará lo que hace la voluntad de mi Padre". Lo que Dios quiere es que cumplamos su ley, que practiquemos el amor y no que simplemente le invoquemos para que nos ayude en lo que nosotros queremos. Los males del mundo se transformarán si todos vivimos como Dios nos manda. El nos da las reglas y las normas para poder ser felices, para que todos gocemos de la vida que nos ha dado, del mundo maravilloso que ha creado. Dios todo lo hizo bien y nos pidió que lo cuidemos. Pero nosotros, por nuestro egoísmo lo estamos mal usando y destruyendo.

Si amoldamos nuestra vida a la forma que Dios quiere que vivamos, vamos a tener paz, amor, armonía, no habrá pobreza, ni crímenes, porque Jesús nos dice: "Haz a otro lo que quieres que los otros te hagan a ti". Si obedecemos a Dios en esto, ciertamente todo cambiará e irá mejor. Al obedecer a Dios estamos edificando sobre roca sólida nuestra vida y nada podrá conmovernos porque Dios es todopoderoso, nos ama y quiere lo mejor para nosotros. En esta novena de Navidad en Familia preparémonos a vivir lo que Jesús vino a enseñarnos y vivamos el amor. La obediencia a Dios es lo que nos hará felices.

Vamos a compartir
¿Qué nos dice la lectura que escuchamos?

¿Qué podemos hacer para que los niños aprendan a cumplir con las obligaciones diarias?

¿Por qué nos hace tan difícil respetas las leyes?

Vamos a rezar
Jesús nos enseña a obedecer a Dios. A cada invocación responderemos: "Señor, danos fuerza para obedecer y amar".

- Para que vivamos el mandamiento del amor y podamos amarnos unos a otros como Jesús nos amó, Roguemos al Señor.

- Para que procuremos hacer felices a nuestros hermanos viviendo la unidad, la solidaridad y el amor. Roguemos al Señor.

- Para que obedeciendo a Dios podamos alcanzar los frutos de la redención que nos hará felices. Roguemos al Señor.

- Para que esta Navidad nos encuentre a todos reunidos en torno al Niño Jesús renovando nuestro compromiso de ser dignos hijos de Dios. Roguemos al Señor.

Compromiso evangélico
Enseñemos a nuestros hijos a cumplir sus deberes diarios. Que los niños y jóvenes aprendan a vivir bajo la ley y que la respeten.

Oración final
Animador: La vida y el quehacer de nuestra Iglesia nos comprometen a una permanente revisión y reflexión sobre nuestras acciones pastorales, a fin de responder a las distintas realidades que se presentan. Esto requiere de mucha oración, reflexión y, sobre todo, de participación de todos los miembros de la Iglesia. Vamos a rezar para que estemos abiertos a la acción del Espíritu Santo.

Todos: Señor, Dios nuestro, nos ponemos una vez más a la escucha de tu Palabra revelada en Jesucristo, que nos envía a cumplir la misión evangelizadora de la Iglesia.

Que el Espíritu Santo nos ayude a escuchar con mayor claridad tus enseñanzas para descubrir lo que quieres de tu Iglesia Católica en el Paraguay de hoy.

Fortifica en nosotros como miembro de tu Iglesia, el espíritu de comunión y participación para realizar fielmente nuestra misión evangelizadora en el mundo.

Confiamos en la mediación de María Santísima y de San Roque González de Santa Cruz, te decimos: ¡Habla Señor, que tu Iglesia escucha!

Amén.

Animador: Terminemos nuestro encuentro, rezando a María, nuestra Madre: Dios te salve María...

Canto final.
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