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Oración inicial
Animador: Comenzamos nuestro encuentro en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Vamos todos a rezar al Espíritu Santo, para que El nos ilumine y nos guíe en este encuentro de hoy, diciendo: Todos: Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu y todo será creado. Y renovarás la faz de la tierra. Oremos. ¡Oh Dios!, que iluminaste los corazones de los fieles con las luces del Espíritu Santo, haznos por El conocer el bien y gozar siempre de sus divinos consuelos, por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Animador: Navidad en Familia nos reúne para estar juntos. Tanto necesitamos de vivir unidos, tener confianza uno con el otro y juntos podemos vencer la inseguridad que hay en la sociedad. Nuestras familias deben ser el lugar privilegiado para encontrar alegría y paz. Nos preparamos para pedir a Jesús, príncipe de la paz, la ansiada tranquilidad y paz en nuestros hogares.
Animador:Pidamos al divino maestro que escuchemos atentamente las enseñanzas que tendremos en el encuentro de hoy.
Todos:Jesucristo, maestro, ayúdanos a vivir tus enseñanzas.
Animador: Recemos a nuestro Padre celestial con las palabras que Jesús nos enseño:
Todos:Padre nuestro...
Canto.
Lectura bíblica: Mt. 5,38-48
Reflexión:
En el evangelio que acabamos de escuchar, Jesús anuncia su nueva ley, que es la ley de un amor sin frontera. Jesús no ha venido a abolir la ley, sino a darle plenitud y la nueva ley de Jesús ya no es la del Talión, "ojo por ojo y diente por diente", sino todo lo contrario: "Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que les persiguen y calumnian". Este el nuevo mandamiento de Jesús, que quiere que amemos a todos los hombres por igual.
Lo nuevo del mensaje de Jesús no es solo que el amor no tiene fronteras, sino la razón que nos da para ese amor sin límites: la bondad y el amor de Dios Padre que Jesús nos ha manifestado. Porque el rostro de Dios que Jesús nos presenta es el de quien cuida de las aves del cielo, de los lirios del campo y mucho más de sus hijos, hombres y mujeres. Es el quien hace salir el sol y caer la lluvia sobre malos y buenos, sobre justos e injustos. Es desde esa imagen del Dios bueno donde debe brotar un corazón de hijo bueno, que no pone ya fronteras a ese amor. Nuestro amor a los demás nace entonces del amor de Dios, que nos da confianza y seguridad en nuestra vida.
Sin embargo, todavía nos preguntamos: ¿Es esto, verdaderamente, posible, algo aplicable no solo en las circunstancias habituales de la vida, sino también cuando la más injusta violencia sacude nuestra vida? ¿No nos está presentando Jesús un ideal inalcanzable? ¿Es posible de verdad amar al enemigo y orar por él? ¿Es posible superar ese famoso "yo perdono, pero no olvido"? Así lo hizo Jesús en la cruz diciendo: "Perdónales, Padre, porque no saben lo que hacen". Así es la enseñanza de Jesús, no guardar rencor ni odio en nuestro corazón. Procurar ser bueno del todo como es bueno del todo nuestro Padre del cielo. Martín Luther King, gran luchador por la igualdad de los negros ante la ley en los Estados Unidos y una de las más famosas víctimas de la injusta violencia, se preguntaba: ¿Por qué tenemos que amar a nuestros enemigos? El amor es la única fuerza para transformar un enemigo en amigo: nunca nos libraremos del enemigo respondiendo al odio con el odio; nos libraremos del enemigo, liberándonos de la enemistad. Por su misma naturaleza, el odio destruye y desgarra; por su misma naturaleza, el amor crea y une.
Vamos a compartir:
¿Por qué nos cuesta tanto amar a los demás?
¿Qué podemos y debemos hacer para mostrar nuestro cariño y amor a los que viven con nosotros?
¿Por qué hay tanta violencia, inseguridad en nuestra sociedad?
Vamos a rezar:
Jesús nos enseña a amar sin fronteras. A cada invocación respondemos juntos: Jesús misericordioso, danos amor y humanidad.
-Para que podamos amar sin fronteras ni diferencias especialmente a aquellos que nos rechazan o incomodan. Roguemos al Señor.
-Para que la bondad y amor de Dios llenen nuestros corazones y nos hagan vivir como hijos de Dios y buenos hermanos entre nosotros. Roguemos al Señor.
-Para que rechacemos todo tipo de violencia y podamos amar a todos por igual, perdonando y olvidando sus ofensas. Roguemos al Señor.
-Para que los gobernantes y los que dirigen las instituciones y grupos sociales obren con justicia y busquen la paz para lograr el bien y la igualdad. Roguemos al Señor.
Compromiso evangélico:
Que cada uno procure ser instrumento de unidad y fraternidad en la familia y en el barrio.
Oración final
Animador: La vida y el quehacer de nuestra Iglesia nos comprometen a una permanente revisión y reflexión sobre nuestras acciones pastorales, a fin de responder a las distintas realidades que se presentan. Esto requiere mucha oración, reflexión y, sobre todo, participación de todos los miembros de la Iglesia. Vamos a rezar para que estemos abiertos a la acción del Espíritu Santo.
Todos:Señor, Dios nuestro, nos ponemos una vez más a la escucha de tu palabra revelada en Jesucristo, que nos envía a cumplir la misión evangelizadora de la Iglesia.
Que el Espíritu Santo nos ayude a escuchar con mayor claridad tus enseñanzas para descubrir lo que quieres de tu Iglesia Católica en el Paraguay de hoy.
Fortifica en nosotros como miembro de tu Iglesia el espíritu de comunión y participación para realizar fielmente nuestra misión evangelizadora en el mundo.
Confiados en la mediación de María Santísima y de San Roque González de Santa Cruz, te decimos: ¡Habla, Señor, que tu Iglesia escucha!
Amén.
Animador: Terminemos nuestro encuentro rezando a María, nuestra madre: Dios te salve, María...
Canto final.
Animador:
Animador:
Animador:
Todos:
Animador:
Todos:
Canto.
Lectura bíblica: Mt. 5,38-48
Reflexión:
Lo nuevo del mensaje de Jesús no es solo que el amor no tiene fronteras, sino la razón que nos da para ese amor sin límites: la bondad y el amor de Dios Padre que Jesús nos ha manifestado. Porque el rostro de Dios que Jesús nos presenta es el de quien cuida de las aves del cielo, de los lirios del campo y mucho más de sus hijos, hombres y mujeres. Es el quien hace salir el sol y caer la lluvia sobre malos y buenos, sobre justos e injustos. Es desde esa imagen del Dios bueno donde debe brotar un corazón de hijo bueno, que no pone ya fronteras a ese amor. Nuestro amor a los demás nace entonces del amor de Dios, que nos da confianza y seguridad en nuestra vida.
Sin embargo, todavía nos preguntamos: ¿Es esto, verdaderamente, posible, algo aplicable no solo en las circunstancias habituales de la vida, sino también cuando la más injusta violencia sacude nuestra vida? ¿No nos está presentando Jesús un ideal inalcanzable? ¿Es posible de verdad amar al enemigo y orar por él? ¿Es posible superar ese famoso "yo perdono, pero no olvido"? Así lo hizo Jesús en la cruz diciendo: "Perdónales, Padre, porque no saben lo que hacen". Así es la enseñanza de Jesús, no guardar rencor ni odio en nuestro corazón. Procurar ser bueno del todo como es bueno del todo nuestro Padre del cielo. Martín Luther King, gran luchador por la igualdad de los negros ante la ley en los Estados Unidos y una de las más famosas víctimas de la injusta violencia, se preguntaba: ¿Por qué tenemos que amar a nuestros enemigos? El amor es la única fuerza para transformar un enemigo en amigo: nunca nos libraremos del enemigo respondiendo al odio con el odio; nos libraremos del enemigo, liberándonos de la enemistad. Por su misma naturaleza, el odio destruye y desgarra; por su misma naturaleza, el amor crea y une.
Vamos a compartir:
¿Por qué nos cuesta tanto amar a los demás?
¿Qué podemos y debemos hacer para mostrar nuestro cariño y amor a los que viven con nosotros?
¿Por qué hay tanta violencia, inseguridad en nuestra sociedad?
Vamos a rezar:
Jesús nos enseña a amar sin fronteras. A cada invocación respondemos juntos: Jesús misericordioso, danos amor y humanidad.
-Para que podamos amar sin fronteras ni diferencias especialmente a aquellos que nos rechazan o incomodan. Roguemos al Señor.
-Para que la bondad y amor de Dios llenen nuestros corazones y nos hagan vivir como hijos de Dios y buenos hermanos entre nosotros. Roguemos al Señor.
-Para que rechacemos todo tipo de violencia y podamos amar a todos por igual, perdonando y olvidando sus ofensas. Roguemos al Señor.
-Para que los gobernantes y los que dirigen las instituciones y grupos sociales obren con justicia y busquen la paz para lograr el bien y la igualdad. Roguemos al Señor.
Compromiso evangélico:
Que cada uno procure ser instrumento de unidad y fraternidad en la familia y en el barrio.
Oración final
Animador: La vida y el quehacer de nuestra Iglesia nos comprometen a una permanente revisión y reflexión sobre nuestras acciones pastorales, a fin de responder a las distintas realidades que se presentan. Esto requiere mucha oración, reflexión y, sobre todo, participación de todos los miembros de la Iglesia. Vamos a rezar para que estemos abiertos a la acción del Espíritu Santo.
Todos:
Que el Espíritu Santo nos ayude a escuchar con mayor claridad tus enseñanzas para descubrir lo que quieres de tu Iglesia Católica en el Paraguay de hoy.
Fortifica en nosotros como miembro de tu Iglesia el espíritu de comunión y participación para realizar fielmente nuestra misión evangelizadora en el mundo.
Confiados en la mediación de María Santísima y de San Roque González de Santa Cruz, te decimos: ¡Habla, Señor, que tu Iglesia escucha!
Amén.
Animador:
Canto final.