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Ayer, el chiquito recibió la visita del jugador Julio dos Santos.
“La funcionalidad de su corazón es aproximadamente solo de un cuarto de un corazón normal. Requiere estar conectado al respirador, aunque por suerte en modalidad no invasiva. Tiene alto requerimiento de inotrópicos (medicamentos tónicos cardíacos)”, añadió el galeno.
Si bien el menor está consciente y despierto, también se encuentra muy debilitado por lo que la única alternativa es contar con un nuevo corazón. Sus padres Sixto y Elena Leiva se encuentran esperanzados de que podría aparecer un corazón para el niño. Esta familia vive con el dolor de haber perdido ya a la hermana de Jesús, de 13 años de edad, quien también falleció a causa de una miocardiopatía dilatada.
“El trasplante es siempre un procedimiento complejo que conlleva riesgos y tiene en los mejores centros una sobrevida inmediata del 75%. Es la única chance de vida para los pacientes con miocardiopatía en fase terminal”, apuntó el doctor Gamarra.
Ayer, el jugador de Cerro Porteño Julio dos Santos visitó a Jesús en el Hospital General Pediátrico Niños de Acosta Ñu y se comprometió a impulsar la donación de órganos. Dos Santos, acompañado del equipo médico que asiste al pequeño, ingresó a la sala de terapia intensiva, donde le entregó una camiseta del club autografiada por él.
Tras un breve diálogo, el niño se tomó fotografías y se vio un poco más animado, aunque su estado sigue muy grave.
“Le costó muchísimo ponerse la remera, pero lo hizo. Él pelea como un león”, agregó el doctor Gamarra con respecto al regalo.
Jesús Ariel necesita además sangre del tipo A negativo, que puede ser donada en el Centro Nacional de Transfusión o en el mismo Hospital Acosta Ñu.
El médico pidió a la ciudadanía no decaer y tomar conciencia de lo importante que es donar órganos para salvar la vida de otros.
Muchos pacientes necesitan someterse a trasplantes de corazón, riñón y córneas.