Cargando...
El viaje es de menos de un kilómetro, pero para muchos se vuelve una especie de pesadilla, sobre todo en los días de lluvia, como ocurrió ayer. La espera para abordar la unidad superó los 30 minutos, pues solo un bus estaba disponible en la víspera.
Cuando llegaba el trasporte a una de las paradas (ingreso Avda. Sacramento para la ida y frente al área de Emergencias para la venida), los guardias daban prioridad a ancianas, embarazadas y mujeres con bebés, luego hacían subir al resto, hasta que superaba la capacidad permitida, incluso hasta ocupar la estribera.
“Se viaja como sardinas, totalmente en forma insalubre. Niños pequeños en contacto con personas con influenza. Es una cosa de locos. Se debe soportar todo ya que mi paciente no puede caminar mucho porque tiene una dolencia cardiaca y ya es de edad”, señaló Margarita Samaniego, quien acompañó a su mamá a una consulta.
Lamentó la incapacidad de IPS para habilitar más buses en las horas pico y evitar que las personas esperen casi en la lluvia. “Ojalá mi mamá no se enferme de otra cosa. Aquí tuvimos que esperar en el viento fresco. Es un trato miserable, la verdad”, destacó la afectada.
Por lo general IPS habilita dos buses, pero los asegurados exigen uno más en horarios complicados.