IPS compró ascensores para hospital inconcluso

En 2015 el IPS compró dos ascensores por G. 599 millones para la Unidad de Terapia Intensiva (UTI), cuya construcción paró en 2012. La firma proveedora es Sertec SA, representada por Milba Martínez. El gerente de la empresa, Rodolfo González, dijo que están dentro de los plazos y que la póliza renovaron ayer.

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El Instituto de Previsión Social (IPS) es muy precavido y expeditivo en algunas cuestiones, como por ejemplo, la compra de dos ascensores en 2015 para un edificio cuya construcción había quedado paralizada tres años antes.

Los datos que obran en la página web de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) señalan que la licitación de 2015 fue por valor de G. 599 millones y la empresa beneficiada fue Secter SA, representada por Milba Martínez.

Los dos aparatos eran para la Unidad de Terapia Intensiva y Unidad Coronaria, cuya construcción había adjudicado en 2010 a la empresa VP SA, propiedad de los hermanos Édgar y Juan Villaba Piñeiro.

La construcción fue abandonada en 2012 y, según informes de auditoría de la Contraloría General de la República, la estructura tenía deficiencias. También constató otras anomalías en la ejecución de la obra, como por ejemplo, la colocación de ladrillos rotos y materiales de baja calidad.

El IPS pagó a VP SA por la obra poco más de G. 4.000 millones de los 14.619 millones previstos en el contrato. La devolución de ese dinero solicitó recién el año pasado, a cuatro años de quedar abandonada la construcción.

“Yo voy a instalar esos ascensores antes del vencimiento de la póliza y del contrato”, señaló el gerente de la empresa Sertec SA al ser consultado con relación a los aparatos.

“Esa información te la tiene que dar IPS, yo no”, fue su respuesta cuando le preguntamos si ya entregaron a la previsional los dos ascensores.

Luego informó que “ayer le llegó una nota del IPS en la que solicita ampliación de la póliza del contrato”.

Por su parte, el titular del IPS, Benigno López, dijo que el año en que adquirieron se debió concluir la obra y “como se trata de terapia no se podía perder tiempo en poner a punto los ascensores”. Solo que en 2015 la obra seguía parada.

En marzo último, luego de siete años de la adjudicación de la licitación para la nueva UIT, y tres años de la paralización total de la obra, la GCA SA, de Germán Flores, reinició los trabajos para concluir, por un contrato de G. 11.799 millones. Debe terminar en setiembre.

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