Cargando...
Desde julio del año pasado, los ingenieros químicos Mario Smidt y Juan Daniel Rivaldi, del equipo de investigadores del Departamento de Aplicaciones Industriales de la FCQ-UNA, en conjunto con la Dra. Simone Palma Fávaro, investigadora del Laboratorio de Procesos Químicos de la Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria (Embrapa-Agroenergía) han conseguido aumentar el rendimiento de la pulpa de coco para la producción de aceite en más del 50%, manteniendo la calidad del mismo, según informes facilitados al respecto.
Además, el hecho de evitar el uso de derivados de petróleo y el bajo gasto energético del proceso proporcionan sostenibilidad al método. Los resultados mencionados fueron obtenidos en condiciones de laboratorio, según los datos.
Actualmente, están haciendo pruebas a escala de planta piloto en el vecino país. Los trabajos de investigación son en el marco del Proyecto “Sistema de colecta y almacenamiento de frutos de coco (Acrocomia aculeata) y aprovechamiento del aceite de la pulpa con miras a su utilización como materia prima para la obtención de biodiésel”, y la cooperación técnica entre la UNA y Embrapa.
Productor tradicional
En Paraguay, la producción de aceite de coco a nivel industrial tiene más de 80 años. En el Brasil no se ha alcanzado una producción al mismo nivel, por lo que importan productos manufacturados de suelo guaraní.
En lugar del coco otras materias primas se utilizan hasta hoy día, como la palma, aunque el déficit de la producción deriva en la necesidad de importación.
El método de prensado, que es el utilizado en nuestro país, extrae el aceite de la almendra, principalmente, y de la pulpa del coco. Este último pierde gran parte de la calidad con este tipo de extracción a nivel industrial por el manejo inadecuado del fruto durante la extracción y no puede ser utilizado en la elaboración de biodiésel, según la Dra. Fávaro.