Instituciones educativas menonitas planifican y ejecutan los planes

(BOQUERON. Natalia Daporta). Planificar, y, más que nada, cumplir lo planificado es la clave para que los colegios menonitas de este departamento concreten sus metas. En estas instituciones se asegura el cumplimiento de los doscientos días de clase que pide la Ley General de Educación.

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Pero como las horas de clase diarias son más que las que cumplen otras instituciones, al terminar el año los alumnos habrán cursado el equivalente a 230 días de clases, mientras en el resto del país apenas se llegan a cumplir 180 días, en general.

En Boquerón las escuelas y colegios menonitas son privados. Los alumnos de la educación básica pagan en forma de cuotas la mitad del costo real y la otra parte es subsidiada por los socios de las cooperativas. Cada miembro de las colonias de entre 20 y 65 años paga bianualmente un importe que va destinado a ese fin. La educación media, en cambio, se subsidia con las ganancias de las cooperativas.
El programa que se desarrolla en estas instituciones educativas toma como base el currículo nacional, al cual se agregan el alemán y la religión. La enseñanza se inicia en lengua materna (que en este caso es el alemán) y luego se torna paulatinamente bilingüe.
"Trabajamos según un plan. Este año solo tuvimos que restar un día de clase, cuando el Ministerio de Educación declaró duelo en las instituciones educativas por las víctimas del Ycuá Bolaños. Después tenemos todo previsto: si los profesores van a necesitar días para capacitarse o si los alumnos van a asistir a una exposición ya los contemplamos en el cronograma y vamos agregando otros días después", dice el supervisor técnico pedagógico de las instituciones menonitas, Hans Dürksen. Este sicólogo y máster en educación especial y sicología educacional forma parte de la estructura del MEC, pero no cobra sueldo allí.
Dürksen cuenta que antes, desde el gobierno central, se les exigía terminar y empezar las clases los mismos días que el resto del país. "A veces el MEC y nosotros no hablamos el mismo idioma. Después nos pusimos de acuerdo en que lo importante es cumplir con la cantidad de días, de manera flexible", añade.
En la secundaria, los alumnos menonitas tienen seis horas de clase (tres de 45 minutos y tres de 40) y en la primaria tienen cinco horas de clases. De esta manera, al terminar el año lectivo estos estudiantes tienen el equivalente a 230 días de clase del sistema convencional. Oficialmente, el calendario escolar para todo el país tiene alrededor de 190 días de clases. Pero en este caso, lo planificado nunca se cumple ya que las huelgas de maestros, los conflictos, los festejos, las inclemencias del tiempo y otras situaciones terminan haciendo adelgazar esa cifra. Hay escuelas que terminan el año con 150 días de clase, porque -como suele decir la ministra de Educación, Blanca Ovelar- un día de clase perdido es un día que no se recupera.
"Nuestro objetivo no es solo cumplir con la obligación de los días marcados, sino hacer bien el trabajo y preparar para el futuro a nuestros alumnos. Calculamos que el 30 al 40% de los que empiezan la primaria terminan la secundaria. Tratamos de que todos finalicen la educación básica, y el que no lo hace realmente es porque tiene dificultades y necesita educación especial. En ese caso, también se le brinda", afirma el supervisor técnico.
Dürksen opina que el funcionamiento y los resultados de una escuela dependen mucho de los profesores. Los docentes de las instituciones menonitas ganan alrededor de tres veces más de lo que ganan los maestros del sistema educativo nacional, que perciben un salario de 750 mil guaraníes mensuales. Representan entre el 70 y 80% del costo de funcionamiento de las instituciones educativas.

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