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Miles de fieles de comunidades católicas de Asunción y el Dpto. Central participaron ayer de la caminata denominada “Un paso por mi familia”, que tuvo lugar en la Av. Costanera y fue organizada por la Arquidiócesis, trece diócesis y dos vicariatos del país. El recorrido fue de más de cuatro kilómetros y muchos acudieron con sus hijos llevando pancartas y globos.
Poco después de las 11:00, antes de la misa, se dio lectura a un acta de compromiso “en pro de la promoción y vivencia de los valores humanos y cristianos en el seno de la familia”, instando a políticos, autoridades y hasta a la prensa a estar a favor de la familia y rechazar otras ideologías. “Apoyaremos con nuestros votos a los actores políticos que defiendan la vida, la familia y el matrimonio”, reza la parte final del documento.
En la caminata se proclamó una vez más la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, y en el acta se resalta la obligación que tiene el Estado de implementar programas que cuiden a la familia, y dejar que esta elija qué tipo de educación recibirán sus hijos, reclamándose al mismo tiempo que la educación concuerde con la naturaleza humana.
El arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, cuestionó en su homilía a los que buscan instalar la cultura de la muerte. “Dicen hoy, todo es familia, pero entonces nada es familia. Es el drama de occidente, de Europa, de tantos hermanos que ya no distinguen y se pierden, se confunden y se alejan de la casa del Padre. Así va creciendo la cultura de la muerte, un sistema que al bien le llama mal y al mal le llaman bien; (...) le llama derecho al aborto, pero es un asesinato, es algo horroroso y quieren imponernos a toda costa. La cultura de la muerte le llama matrimonio a lo que no es matrimonio, la cultura de la muerte manipula a los niños con una enseñanza falsa sobre la sexualidad con la idolología de género que desprecia la naturaleza, desprecia la biología y desprecia el plan de Dios”, indicó.
Advirtió a los jóvenes que la moda es hacerle creer que ya no existen los mandamientos de Dios, que todo es según el sentir y percepción de cada uno, que Dios es del pasado y que nadie les puede decir qué hacer. Sin embargo, hacen lo que dicen las redes y los medios, afirmó.
Abusos en la Iglesia
Preguntado por ABC TV sobre los abusos a menores en la Iglesia, que se denuncian cada tanto, el arzobispo dijo que “es un porcentaje muy reducido, importante por supuesto de la sociedad, pero no es la problemática dentro de la Iglesia; la problemática es nuestra cultura, el abuso en las familias. Hay muchísimos más datos de abusos en las instituciones deportivas y artísticas”. Luego admitió que “la Iglesia aparece como tal en su incoherencia, es cierto, pero debemos trabajar juntos para la prevención de los (abusos a) menores, el respeto a la mujer, dignificación de cada niña, cada mujer, evitando la violencia, el abuso”.