Pereira destaca la nobleza de “esta bella especie vegetal, símbolo del Paraguay” que cada año extiende sus flores en el lugar donde esté. “Mi tajy morotî lo planté hace cuatro años en la acera de mi casa como parte de la campaña personal que asumimos con mi esposa de sembrar varios tajy para recordar a los que tuvimos por mucho tiempo en las casas que habitamos en Asunción”, relata el profesional.

Los ejemplares de lapacho blanco, una variedad albina del rosado (Tabebuia impetiginosa), le fueron entregados al Dr. Pereira por un amigo que lo trajo del vivero de Itaipú.

Pereira también ubicó un lapacho rosado en el paseo central y este año los dos ejemplares florecieron al mismo tiempo, lo que dio colorido al entorno. “Este año estuvimos muy contentos porque florecieron casi todos juntos en un bello concierto multicolor. Ojalá pronto ABC reprise la campaña de dar semillas de tajy con el ejemplar”, concluyó.