Cargando...
Numerosas personas llegaron en caravana, hasta el cementerio Jardín de la Paz, ubicado en la compañía Zárate Isla de esta localidad, con globos y banderas de color rosa, entre hermosos cánticos, plasmando así su tristeza por la irreparable pérdida de la querida Anita Almirón (6), que tras dos años de sufrir miocarditis dilatada falleció el miércoles último, esperando un donante de corazón compatible.
Su madre, María Elena de Almirón, en medio del dolor, agradeció a los presentes por el acompañamiento constante y las oraciones que fortalecieron su lucha durante los últimos meses. Pidió nunca olvidar a su pequeña y valiente hija. “No dejemos que la lucha de Anita sea en vano. Por favor, que no haya otra Anita en nuestro país. Por favor, que no haya otra criatura que deba esperar por más de uno o dos años para recibir una donación de órganos”, remarcó.
Seguidamente, los participantes al sepelio entonaron la consigna: ¡No se va! ¡Anita no se va! ¡Por siempre está en nuestro corazones!”.