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Nunca antes esta casa de altos estudios enfrentó una situación tan crítica como la vivida este año y cuya solución se espera poder encontrar en el 2017, afirmó Herbert Segovia, presidente del centro de estudiantes de Ingeniería.
Calificó el año que termina como el “más difícil de todos”. “Nos enfrentamos a toda la estructura de nuestra facultad y casi de toda la UNA para poder sanearla de la corrupción que se vive”. explicó.
Los universitarios se replegaron de las aulas el pasado 5 de agosto para exigir la renuncia del decano Éver Cabrera –suspendido en sus funciones mientras dure la intervención– y de todos los miembros del Consejo Directivo de la Fiuna. Aseguran que el paro seguirá hasta que se concrete la salida de estas autoridades.
Actualmente, la Facultad de Ingeniería enfrenta una intervención que irá hasta la segunda quincena del mes de enero del año entrante. Cuando esta concluya, se decidirá su destino.
El interventor Ricardo Garay, quien está trabajando contrareloj, dijo que “se le acaba el tiempo” a esta intervención. “Nosotros (con su equipo) estamos trabajando duro para devolver la normalidad a la facultad en la medida en que se pueda”, dijo.