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LUQUE (Gladys Villalba Jara, corresponsal). Ante la denuncia ciudadana se pudieron constatar las condiciones insalubres en las que sobreviven varios indígenas en el lugar. Pedro Benítez López, de 20 años de edad, junto a otros cuatro menores, proviene del departamento de Guairá, de la comunidad Arroyo Hû, en el distrito de Paso Yobái.
Él manifestó que migraron hacia la capital en busca de ayuda por parte del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), sin embargo no fueron recibidos.
Agregó que anhelan volver a su lugar de origen, pero que no cuentan con los recursos necesarios. Al ser consultado sobre cuáles son las principales necesidades de la comunidad a la que pertenecen, dijo que precisan de herramientas para cultivos, colchones y víveres. “Necesitamos que vengan y conversen con nosotros. Queremos volver a Guairá y trabajar, pero mientras está la cosecha necesitamos comer”, indicó el joven.
En el lugar se pueden observar malezas crecidas y un sinfín de bolsa de plástico con restos de cola de zapatero. Pedro, al ser preguntado al respecto, mencionó que utilizan el pegamento para inhalarlo y así sentir menos “hambre y frío”.
Hace una semana fueron retirados los bloques de cemento que habían sido abandonados junto a la obra inconclusa de alcantarillado, del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) en este mismo barrio. Los indígenas apostados en las inmediaciones utilizaban estos bloques como refugio durante el día y la noche. Con el retiro de los mismos, quedan más expuestos aún a la intemperie.
La persona que se comunicó con ABC Color para expresar su inquietud por la situación de los indígenas dijo que varias veces intentó comunicarse con la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia con el fin de solicitar la asistencia necesaria, pero no fue atendida en el único número registrado en la página del ente. “Siento pena al verlos desamparados. Son menores y necesitan ayuda para volver a sus hogares, pero no sé dónde recurrir”, alegó.