Cargando...
Los controles de parte de las autoridades son nulos.
La exposición diaria al humo negro que emiten los vehículos aumenta el riesgo de sufrir cáncer, advirtió la Dra. Aida Galeano, de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa).
La profesional explicó que con la periódica emisión de contaminantes, como el dióxido de azufre y el monóxido de carbono, entre otros, se atenta contra la calidad del aire, que justamente se basa en la menor presencia de elementos dañinos en la atmósfera.
La doctora mencionó que, además del cáncer, existen estudios en todo el mundo que prueban la asociación entre la contaminación y enfermedades como la bronquitis crónica, neumonía y aumento de asma.
Los más susceptibles son los niños, los adultos mayores y las personas con enfermedades pulmonares y cardiacas.
Hay que mejorar el control
Galeano expuso que si no existen los equipos para realizar los controles en la vía pública, no se debe dudar en adquirirlos ahora, ya que eso se traduciría en un gran ahorro en el futuro.
"Si se disminuye la emisión de humo negro ahora, se evitarán todas las complicaciones y el gasto que Salud Pública invertirá en tratar todo tipo de enfermedades producidas por el humo negro", agregó.
En este sentido, mencionó que lo que se debe hacer con celeridad es hacer cumplir las normas vigentes que prohíben la circulación de unidades que emiten humo negro.
Además, agregó que se debe mejorar la calidad de los combustibles que son utilizados y se debe proporcionar a la población un moderno sistema de transporte.
La representante de Digesa es de la tesis de que la calidad del aire debe ser medida todos los días en varias ocasiones.
Asimismo, agregó que la intoxicación con humo negro no solo se da respirándolo, sino también, comiendo alimentos expuestos a los agentes contaminantes y tocando superficies que fueron afectadas. "Todos tenemos que trabajar para mejorar la calidad del aire", concluyó.
La profesional explicó que con la periódica emisión de contaminantes, como el dióxido de azufre y el monóxido de carbono, entre otros, se atenta contra la calidad del aire, que justamente se basa en la menor presencia de elementos dañinos en la atmósfera.
La doctora mencionó que, además del cáncer, existen estudios en todo el mundo que prueban la asociación entre la contaminación y enfermedades como la bronquitis crónica, neumonía y aumento de asma.
Los más susceptibles son los niños, los adultos mayores y las personas con enfermedades pulmonares y cardiacas.
Hay que mejorar el control
Galeano expuso que si no existen los equipos para realizar los controles en la vía pública, no se debe dudar en adquirirlos ahora, ya que eso se traduciría en un gran ahorro en el futuro.
"Si se disminuye la emisión de humo negro ahora, se evitarán todas las complicaciones y el gasto que Salud Pública invertirá en tratar todo tipo de enfermedades producidas por el humo negro", agregó.
En este sentido, mencionó que lo que se debe hacer con celeridad es hacer cumplir las normas vigentes que prohíben la circulación de unidades que emiten humo negro.
Además, agregó que se debe mejorar la calidad de los combustibles que son utilizados y se debe proporcionar a la población un moderno sistema de transporte.
La representante de Digesa es de la tesis de que la calidad del aire debe ser medida todos los días en varias ocasiones.
Asimismo, agregó que la intoxicación con humo negro no solo se da respirándolo, sino también, comiendo alimentos expuestos a los agentes contaminantes y tocando superficies que fueron afectadas. "Todos tenemos que trabajar para mejorar la calidad del aire", concluyó.