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Esta creencia comenzó a difundirse por el mundo a partir del diario de una joven monja polaca, en 1930. Su mensaje recuerda lo que la Iglesia siempre ha enseñado por medio de las Sagradas Escrituras y la tradición: que Dios es misericordioso y perdona, y que sus seguidores también deben ser misericordiosos y perdonar.
En la devoción a la Divina Misericordia, como también se la conoce, este mensaje toma un enfoque diferente y llama a las personas a un entendimiento más profundo sobre el amor ilimitado de Dios y la disponibilidad de este amor a todos, especialmente a los más pecadores.
El mensaje y la devoción están basados en los escritos de Santa María Faustina Kowalska, una monja polaca sin educación básica que, en obediencia a su director espiritual, escribió un diario de alrededor de 600 páginas que relata las revelaciones que ella recibió sobre la Misericordia de Dios.
En 1938, antes de su muerte, ya se conocía esta creencia. Es decir, el mensaje de misericordia es que Dios ama a todos, no importa cuán grandes sean las faltas cometidas. Requiere de una total entrega a Dios como Misericordia. Es una decisión que comprende confiar completamente en Él y ser misericordioso como Él.
A nuestro país llegó hace tres décadas de la mano de los franciscanos conventuales. Inmediatamente se esparció por las parroquias y en varias de ellas hoy constituye una celebración que atrae a miles de devotos.
Fue el papa Juan Pablo II quien oficializó su devoción y estableció que su fiesta se celebre el segundo domingo de Pascua.
La parroquia La Encarnación, que tiene su templo en Haedo y 14 de Mayo, cada año convoca a miles de fieles. Para hoy preparó cinco misas que serán presididas por el padre Ángel Arévalos. San Cristóbal, que tiene su templo en Del Maestro y Denis Roa, ofrece varios actos para los seguidores. (Ver infografía).