Historia de la lucha sindical en Paraguay (II)

En la década de 1960, la represión al movimiento sindical se traslada a las Ligas Agrarias y sus líderes son asesinados, señala el historiador y dirigente gremial Rodolfo Romero.

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En esta segunda y última parte de la nota publicada ayer seguimos con la historia del sindicalismo paraguayo desde la década de  1960, siguiendo el relato del dirigente sindical Rodolfo Romero.

En esta época aparecen las Ligas Agrarias Cristianas y con ella varios dirigentes campesinos, entre quienes resalta Juan Félix Martínez, quien sentó las bases de la organización al retornar al país luego de un trascendente encuentro internacional de movimientos campesinos en Chile.   

Los primeros promotores de las Ligas Agrarias fueron César Filippini, Monseñor Aníbal Maricevich y Efigenio Fernández; este último, un gran dirigente metalúrgico de un solo ojo. El mismo Romero aparece entre dichos promotores.   

Represión a las Ligas   
   
"En la década de 1960 se fortalecen las Ligas Agrarias y se puede decir que la represión se desplaza del movimiento sindical al movimiento campesino".   

Luego aparecerían el padre José Luis Caravias y otros sacerdotes jesuitas que radicalizaron aún más el papel de las Ligas.   

Romero señala que estas fueron experiencias ricas e importantes. Agrega que el movimiento fue creciendo y se constituyeron lo que llamaban las "Administraciones de Consumo".   

Explica que dicha actividad consistía en que unos 20 campesinos en cada zona se reunían y compraban unos 10 artículos principales de los que los campesinos no podían prescindir. Al mismo tiempo los productores llevaban su algodón al Mercado 4: "Se llegó a adquirir un camioncito para llevar y traer mercaderías, se tuvo un puesto en el Mercado 4. Y eso llamó la atención del régimen y comenzaron las represiones duras y brutales contra el movimiento campesino".   

Esta represión se fue acentuando y en la década de 1970 aparece la OPM, la Organización Político Militar. Entre 1975 y 1976 se da la Masacre de Jejuí, es baleado el padre Braulio Maciel y es asesinado Mario Schaerer Prono.   

El sindicalista recuerda que en ese entonces acontece una nueva represión y apresamientos masivos hasta que él y otros líderes terminan encarcelados en la penitenciaría de Emboscada.   

El grupo Ypacaraí - 1977   

En 1977 un grupo de 21 dirigentes sindicales reunidos en un colegio de Ypacaraí fueron denunciados por un sacerdote y acabaron encarcelados. Nuestro entrevistado también integraba la agrupación que luego pasó a llamarse "El Grupo Ypacaraí".   

Desde la cárcel esta agrupación creó nuevas condiciones en contra de la represión.   

La primera medida fue una amplia difusión en los medios de prensa, la segunda fue una intensa campaña internacional de solidaridad y, finalmente, la tercera fue la visita de importantes delegaciones internacionales del movimiento sindical latinoamericano.   

Romero resalta que fueron llevados a la penitenciaría en tractores, porque no había asfaltado, pero que al poco tiempo tuvieron que limpiar los caminos para recibir a dirigentes sociales y gremiales de todo el continente.   

En ese entonces también se va perfilando el papel de la Fetraban, la Federación de Trabajadores Bancarios del Paraguay. Su principal dirigente fue siempre Víctor Báez Mosqueira, quien hoy en día está al frente de la CSA, la Confederación Sindical de las Américas, nacida de la fusión de la CLAT y la ORIT.   

En la década de 1970 también existía la CNT, pero no como una central, sino como una coordinadora obrera.   

Todas estas organizaciones pasan a conformar el MIT, el Movimiento Intersindical de los Trabajadores, gremio que tendría el papel más importante durante la década de 1980 con los recordados y multitudinarios actos de protesta en el Cristo Rey cada 1 de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores.   

Estos actos significaron más represalias brutales y dirigentes golpeados. Entre ellos el profesor Luis Alfonso Resck, "porque el profesor Resck siempre fue un militante del movimiento sindical paraguayo y un hombre muy solidario", indicó.   

¿Qué se reclamaba durante la década de 1980?   

Romero continúa su relato señalando que en la década de 1980, los movimientos sindicales reclamaban fundamentalmente la libertad gremial y el aumento del salario. Existían otras reivindicaciones, pero estas eran las principales, ya que la dictadura nunca permitió un reajuste salarial equiparado con la inflación: "Se fijaba como se le antojaba al Gobierno". Los otros reclamos eran el mejoramiento de la calidad de vida y el control de precios de los productos básicos y alimenticios.   

A esto se suma que cada año en Europa, delegaciones paraguayas denunciaban a la dictadura y la presión sindical sufrida en el país en las conferencias de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con sede  en Ginebra.   

La libre organización gremial y la contratación colectiva estaban amparadas en convenios de esta entidad de las Naciones Unidas. Romero recalca que no existe un convenio de la OIT que proteja específicamente el derecho a la huelga, pero se considera a dicho derecho como una derivación lógica y fundamental de la libertad sindical.   
   
Estas luchas fueron marcando los reclamos de democracia en el país y por la vigencia de las instituciones democráticas, de modo que el movimiento sindical se fue fortaleciendo al tiempo que se denunciaba a la dictadura.   

Caída del régimen - 1989   

Romero afirma que la caída de la dictadura debe ser analizada con una lupa muy especial ya que, aunque cayera el régimen, en realidad continuó con todo su aparataje. "Se habló de una transición democrática que en realidad no se dio".   
   
Agregó que el golpe de febrero simplemente aseguró la continuidad de la régimen, pero sin el dictador, además de garantizar la impunidad de todos los hombres que se hicieron ricos con la corrupción y el narcotráfico. Dijo puntualmente que fue un golpe de "Andrés Rodríguez y Lino Oviedo y que por culpa de ese continuismo aún estamos en la situación en que vivimos".   

"Primavera sindical"   

El entrevistado señala que con la caída de la dictadura ocurre lo que denomina "La Primavera sindical", temporada que se caracterizó por tres hechos:   

Primero, la presencia del movimiento sindical en todo el escenario nacional al ser considerado como el  gran luchador y víctima del régimen en su reclamo de democracia.   

 Segundo, en julio de 1989 se constituye la Central Nacional de Trabajadores, la CNT, que pasa a ser denominada "la primera central democrática del país". Seguía activa la CPT que había cumplido un triste papel al servicio de la dictadura, rememora.   
   
Juan Manuel Peralta asume la secretaría general de la CNT, un dirigente exiliado que regresó al país. En ese entonces la organización tiene un crecimiento inesperado.   
   
Unos 15 días después se constituye la Central Unitaria de Trabajadores, la CUT, a cuyo frente quedó Víctor Báez Mosqueira. El surgimiento de ambas centrales dio por acabada la importante misión que tuvo el MIT.   

Después se van produciendo otros fenómenos como la división de la CUT con la aparición de la CUT-Auténtica, a cuyo frente se coloca el dirigente sindical Bernando Rojas.   
   
El BNT y la mancha sindical   

Romero fue cauto a la hora de hablar del sonado escándalo del vaciamiento del Banco Nacional de Trabajadores (BNT), la implicancia del sindicalismo en el hecho y su declive a causa de ello.   

Se trató de una voraz "rapiña" mediante la sistemática concesión de millonarios préstamos sin garantías, para realizar supuestas obras sociales que nunca concluyeron entre 1993 y 1996. La justicia sentenció a 24 personas, entre ellas a 6 dirigentes sindicales de la CUT y la CPT.   

Romero indica que ni los dirigentes de la CNT ni la CUT-A tuvieron que ver y que, incluso, expulsaron a sus miembros implicados antes del hecho. Acotó que los dirigentes sentenciados por corrupción, Alan Flores a la cabeza, se embarcaron en esto debido a que en una sociedad corrupta todos los sectores terminan involucrándose.   

Aun así una línea de la CNT se dividió creándose la CGT con la sindicalista Sonia Leguizamón al frente.

Se debe tener en cuenta que  actualmente existen unas 10 centrales obreras y todos los intentos de unificación, emulando los movimientos internacionales, han fracasado.   

Un nuevo proyecto de país   

Al final de la entrevista Romero insta a las organizaciones sindicales a recuperar la memoria histórica nacional, y a la sociedad a no satanizar la figura del Dr. Francia ni los López. "Eso no significa no reconocer los errores". Recalcó que los que más hablaban a boca llena de los López eran los brasileños cuando en ese país reinaba la esclavitud.   

Exhortó a seguir luchando por los derechos básicos, lamentó que de 10 sindicatos, siete mueran con los despidos de sus dirigentes como ocurre en los supermercados y frigoríficos. Pidió participación en la construcción de un nuevo "proyecto de país", reducir el flagelo de la migración, impulsar la reforma agraria y frenar la frontera de la soja, la caña de azúcar y el arroz. Caso contrario, dejará de haber espacio para cultivar alimentos.   

 

1- En la década de los 60 el régimen de Stroessner asesina a varios miembros de la Ligas Agrarias.

 

2- Durante la década de 1980, el Movimiento Intersindical (MIT) realiza una activa lucha por la libertad gremial y la democracia.

 

3- El vaciamiento del BNT, a fines de los 90, provoca una división entre las  centrales y marca un antes y un después.

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