Historia de la lucha sindical en el Paraguay (I)

El movimiento sindical paraguayo lleva más de 100 años luchando contra la explotación y sobreviviendo al margen de la historia política del país.

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El dirigente gremial Rodolfo Romero, fundador del Centro Paraguayo de Estudios Sociales y ex director de la Universidad de los Trabajadores de América Latina en Venezuela, narra sus orígenes hasta la actualidad.Para determinar los orígenes del movimiento sindical en toda la región del  Río de la Plata debemos mirar hacia  la Europa del siglo XIX. Con el fracaso de la Revolución Social Francesa de 1848, año en que también se lanza el Manifiesto Comunista de Karl Marx y Friedrich Engels, sus líderes perseguidos migran a los Estados Unidos y México, en el norte, y a Argentina y Uruguay en el sur, explica Romero.   

Eso  hizo –refiere– que en la década de 1850 se constituyera la Sociedad Tipográfica Argentina, organización que recibe una fuerte influencia de esa corriente atendiendo que los tipógrafos eran los más informados al acceder a las noticias y textos europeos y de los  Estados Unidos. Es entonces cuando el Paraguay empieza a recibir noticias sobre la existencia del  movimiento sindical y recibe la visita de dirigentes anarquistas.   

La influencia intelectual   

"Pero el impacto más fuerte que en Paraguay se produce se da  con la llegada de Rafael Barrett en 1904, un anarquista español que tenía una doble cualidad podríamos decir; una gran capacidad literaria y al mismo tiempo un gran sentido de compromiso social.

Todos los literatos del Paraguay dicen que Barrett enseñó a escribir en Paraguay, de manera que él comenzó a hacer conferencias en el Teatro Municipal y en diferentes locales. El autor hizo todo un estudio de los yerbales en el Paraguay, verificó la explotación inicua de los mensú (trabajadores de las zonas rurales) y eso le dio una notoriedad muy grande de tal manera que fue perseguido", señala.   

Apuntó que Barrett crearía entonces una conciencia social importante en el país impulsando las condiciones para la aparición del movimiento sindical en el país entre los sectores gráficos y ferroviarios, entre otros.   

Romero señala también que un poco antes, en 1902, aparece otro joven periodista y poeta llamado Juan E. O’Leary, quien con solo 23 años comienza a reestudiar la historia paraguaya de la Guerra de la Triple Alianza, que en ese entonces todas las vertientes eran favorables a la Argentina, al Brasil y Uruguay, condenatorias al régimen de Francia y los López. "Que supuestamente estos países vinieron a liberarnos de la dictadura, cometiendo una de las atrocidades más grandes de la historia de la humanidad que es el genocidio", indicó el renombrado sindicalista.   

Primer Centenario - 1911  

Es en el primer Centenario de la Independencia cuando muy débilmente el movimiento sindical se hace sentir reclamando diversas reivindicaciones. El reclamo que se hacían con mayor apremio  era la jornada laboral de las 8 horas, ya que los obreros padecían jornadas de 12 y 14 horas. Romero recalca que esta reivindicación se enmarcaba en los hechos de 1886 en EE.UU. cuando se produce la Masacre de los Mártires de Chicago por la lucha de este derecho.   

Dicha carga horaria no se reconocería a nivel internacional hasta 1919 cuando se establece la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al final de la Primera Guerra Mundial.   

Otras reivindicaciones en el  Paraguay de  1911 eran la libertad de organización, hoy en día llamada libertad sindical, salarios dignos, el repudio a las condiciones de explotación en los yerbales,  etc.   

El estudioso y sindicalista recalca que en dichos tiempos el movimiento sindical se desarrolla lentamente ante la permanente inestabilidad nacional y los constantes "golpes cuarteleros".   

A nivel internacional se produce la Revolución Social Rusa en la etapa final de la 1ª Guerra Mundial. Con la constitución de la Unión Soviética ocurre un impacto muy grande en el desarrollo de los partidos políticos y el movimiento sindical en general.   

En cambio, en Paraguay  acontecieron revoluciones  internas entre 1922 y 1923. Surge la figura de Manuel Gondra, quien fue presidente en dos oportunidades.   

Relanzamiento gremial    

Tras el periodo de inestabilidad llegó la  Guerra del Chaco (1932-1935). Con la finalización de la contienda y la llegada de la Revolución de Febrero (1936) acontece lo que Romero denomina "El relanzamiento del movimiento sindical".   

Explica que esto se debe a que el gobierno de Rafael Franco  instala el Departamento del Trabajo así como la reglamentación de la jornada laboral de 8 horas que había sido acordada ya en 1919.   

Recuerda que también aparece la figura de Francisco Gaona, "el gran historiador del movimiento sindical paraguayo", quien tiene tres libros publicados sobre los orígenes y la evolución del gremialismo.   

"La Revolución de Febrero marca un hito en la conciencia social. La visión que existe de un derecho laboral y que hay que respetar estos derechos del trabajador centrados alrededor de la jornada laboral, del salario mínimo, del derecho de organización y del derecho a huelga", recalca.   

Finalmente, la Revolución de Febrero tuvo una corta duración. Sube el Partido Liberal y el Dr. Félix Paiva llega a la Presidencia. En 1940 es electo presidente el Mcal. José Félix Estigarribia, pero fallece el 20 de setiembre en extrañas circunstancias, se sospecha de "manos negras" en el accidente aéreo que le costó la vida.   

Con la dictadura del Gral.  Higinio Morínigo, el movimiento sindical es perseguido y limitado en su desarrollo. Aun así aparece otra importante figura gremial, Milesi Fernández, dirigente con formación anarquista y socialista. "Un luchador de toda la vida", señala Romero.   

Tras la Revolución de 1947, el movimiento sindical vuelve a manifestarse en forma significativa desde 1936. "Aparece el protagonismo del Partido Colorado en el desarrollo del movimiento sindical. El Partido Colorado, el Partido Comunista y el Partido Febrerista se disputan el control del movimiento obrero. Eso hace que en 1948, cuando los colorados suben al poder, se forme la ORO, la  Organización Republicana Obrera.   

Romero señala que  ORO era simplemente un apéndice e  instrumento del Partido Colorado que sentó las bases para la constitución en 1951 de la CPT, la Confederación Paraguaya de Trabajadores y su importante protagonismo en el país.   

La represión de Stroessner   

En 1954 aparece la figura del dictador Alfredo Stroessner.

En la época estaban asentadas cuatro tendencias sindicales:

La  mayoritaria, del Partido Colorado y manejada directamente por la Junta de Gobierno; los restos del Partido Comunista; los dirigentes del Partido Revolucionario Febrerista y, finalmente, en 1957 se constituyó el Movimiento Sindicalista Paraguayo de la línea Social Cristiana con figuras como Emilio Colmán Núñez y Fulgencio Bareiro.   

Ya en 1958, al perfilarse  que se venía una larga dictadura encabezada por Stroessner, la CPT convoca a su consejo de delegados el 27 de agosto para declarar una huelga obrera nacional.

El Gobierno reprime brutalmente la movilización e interviene la central sindical y todas las organizaciones laborales. "Declara como interventor al frente de la CPT a un personaje nefasto, Enrique Volta Gaona, quien fue durante la Revolución del 47  uno de los voceros del Partido Colorado diciendo "El que no está conmigo, está en mi contra".   

Dirigentes de la CPT, hasta entonces comandada por Julio Echeverry y Pastor Leiva y otros, fueron encarcelados y torturados. Quienes corrieron mejor suerte lograron migrar a  países vecinos.   

Romero destaca el papel que cumplió en la huelga  la Liga de Obreros Marítimos, el naciente Movimiento Sindical Paraguayo y otras figuras y organizaciones. Resalta además que esta represión gravitó muy fuerte en el movimiento sindical del Paraguay, aunque volviera  a la CPT un simple apéndice del Gobierno con figuras como la de Sotero Ledesma.   

Añade que en esos tiempos, el movimiento fue sometido totalmente. Aquellos que se  oponían fueron perseguidos.  En consecuencia, en 1962 se funda la Central Cristiana de Trabajadores (CCT) con importantes sindicatos. Sin embargo, el Ministerio del Trabajo nunca reconoció a estos gremios siendo también duramente perseguidos. Esto hizo que dicha central obrera fuera desapareciendo por la persecución y su  desconocimiento.

(Continuará).
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