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YPACARAÍ, Central (Domiciano Pereira, corresponsal). Eleonor López Guerrero, a los 12 años, cuando estalló la guerra contra Bolivia (1932-1935), tuvo la misión de llevar el desayuno, almuerzo y cena a sus dos hermanas, enfermeras en la escuela agrícola, luego hospital de sangre (hoy Escuela y Colegio Salesiano) de esta ciudad. Fueron quienes despertaron en ella su “temprana vocación”. “Era terrible ver a soldados paraguayos heridos y, en muchos casos, muertos. El deseo de servir al semejante me ayudó a ser enfermera desde los 12 años”, indicó, orgullosa de haber servido a la Patria. Cuenta que a veces sentía que podría aparecer entre los heridos o fallecidos uno de sus cuatro hermanos enlistados para defender la heredad natal. Tanto Ramón como Luis Antonio y Víctor fueron al Chaco desde el inicio. Amancio (16) siguió el paso de sus hermanos y se presentó como voluntario.
En 1946 inició estudios de visitadora de higiene social para complementar su título de enfermera. En 1947, con la guerra civil, fue voluntaria en el hospital militar central de la Cruz Roja Paraguaya (quirófano). Allí atendió a muchos heridos y vio morir a hermanos paraguayos. “Fue muy triste ver a compatriotas heridos y muchos perdieron la vida; fue terrible” señaló. Además, doña Eleonor fue becada a Argentina, Chile y Perú, donde profundizó sus conocimientos.
Con cierta tristeza, pero con la seguridad de haber cumplido con su misión de enseñar y atender y curar a heridos, ella expresó que le robaron su categoría, y su sueldo de jubilada apenas alcanza G. 1.400.000. “Tenía categoría 1.40, primera categoría, pero me robaron antes de jubilarme“, indicó.
“Me pueden llamar a la hora que desean, si mi comunidad y mi país me necesitan, ahí estaré, porque quiero servir a los demás”, afirmó la exenfermera de dos contiendas.