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La bendición de vehículos es una ocasión para, en primer lugar, agradecer a Dios por el vehículo que se maneja y también para pedirle su protección. Además es una oportunidad de tomar conciencia que “debemos manejar siempre con mucha responsabilidad, pues poner la propia vida en riesgo y también la de otros es un crimen y también un pecado”, recuerdan los capuchinos.
Los hermanos distribuirán un adhesivo para ser puesto en los vehículos bendecidos además de una estampita de San Leopoldo, patrono de los capuchinos en Paraguay, con los 10 mandamientos del manejo responsable.
Todos los tipos de vehículos pueden ser bendecidos: coches, motos, camiones, bicicletas, ómnibus… basta ir y ponerse en la fila. El lema de este año es “Con la bendición de Dios, respeto por las reglas y mucha prudencia, podremos llegar a buen destino”.
La colaboración de las personas será destinada a la formación de los nuevos consagrados.