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La inauguración de la bicisenda Iturbe fue hace cuatro meses y hoy se puede ver que los G. 1.200 millones que invirtió la Municipalidad de Asunción en la obra no han sido suficientes para garantizar una mayor calidad y seguridad en dicha vía. Se pueden hallar en el trazado obstáculos varios como asfalto levantado, baches y sumideros destrozados, lo que se traduce en inseguridad para los ciclistas.
Por otra parte, muchas de las tachas han desaparecido, se han hundido o están rotas. Cada una de ellas costó a la ciudadanía G. 95.000.
En un recorrido por la vía, encontramos a un solo ciclista y, sin embargo, vimos a más de un auto estacionado irregularmente sobre la vía. También hay peatones que usan la vía como caminero, motociclistas que se adelantan por ese espacio, entre otros. Todo ello ante la ausencia de agentes de la Policía Municipal de Tránsito (PMT). A esto se suman errores que estuvieron desde el principio, como rayas que se “olvidaron” de pintar y carteles mal colocados.
La obra fue hecha por la empresa unipersonal Lilian Celeste Sosa, la que desde un principio fue criticada, ya que es una firma dedicada a la confección de ropa y no posee experiencia en este tipo de construcciones.
Denuncian sobrecosto
Diego Tuma, vecino y frentista de la bicisenda, denunció ayer a nuestro diario un supuesto sobrecosto en la bicisenda. Dijo que llegó a esa conclusión tras solicitar presupuesto a dos empresas constructoras para que estas digan por cuánto dinero hubieran hecho una bicisenda.
La empresa AC Construcciones dijo que gastaría por cada cuadra G. 10.350.000 en regularización de pavimento, pintura, flechas y tachas reflectivas. Por 22 cuadras son G. 227.700.000.
Por su parte, la firma Group SA remitió un presupuesto de G. 6.516.200 por cuadra, que incluye tachones reflectivos, línea discontinua, flechas y borde. En total alcanzaría G. 143.356.400. La Comuna, en cambio, gastó más de G. 1.000 millones en la obra que fue licitada.
Críticas porque no se consultó
El proyecto ha recibido una lluvia de críticas desde el comienzo. Por ejemplo, los vecinos no fueron consultados, ni siquiera los frentistas, lo que derivó en una serie de quejas y manifestaciones por parte de estos. Otra de las críticas que se hicieron a la senda es la falta de una campaña para incentivar el uso de la bicicleta. Asimismo, no gustó su ubicación.