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Teodolina Delgadillo De Vargas (58), madre de cinco hijos tiene su puesto de venta en el Paseo Artesanal, ubicado en la Plaza de la Libertad del conjunto de la Plaza de los Héroes. Atiende de lunes a sábados de 8:00 a 18:00.
Ella explica que muchas de las tradiciones paraguayas se remontan a la presencia de los misioneros. Las hamacas de Pirayú están hechas de tejidos de algodón grueso, en bastidor, crochet y tramado a mano.
“Desde que nací aprendí de mi mamá Lucía viuda de Delgadillo de 83 años, que vive en Pirayú y todavía teje. También recuerdo que acompañaba a mi abuela Concepción Rojas, desde los 5 años en las fiestas patronales para vender la producción en Caacupé, Ybycuí, Encarnación y Asunción.
Me divertía mucho porque viajábamos en tren, y podía disfrutar de la abundante vegetación a lo largo del trayecto de los diferentes destinos que visitábamos, son muy lindos recuerdos”, manifestó.
Pirayú es la única ciudad donde las hamacas se hacen a mano, según ratifica con orgullo la artesana Teodolina que pide a la ciudadanía a visitar su puesto de venta en la Plaza.
“Hay que apoyar el trabajo de los artesanos porque en cada detalle está la esencia misma de nuestra cultura paraguaya”, dijo a la vez de agregar que los bastidores de Pirayú están trabajando a tiempo completo, para aprovechar la visita de turistas y los compatriotas que cobrarán su aguinaldo.
Las hamacas cuestan entre G. 150.000, las que son para niños, y entre G. 250 a 300 mil las matrimoniales y las que ya vienen con palos listas para ser colocadas.